En una entrevista con Verónica Linares, la conductora de espectáculos Magaly Medina se refirió a la relación con su hijo Gianmarco Mendoza, quien se encuentra viviendo lejos del Perú. Su único hijo, fruto de su matrimonio con Marco Mendoza entre 1983 y 1985, es periodista y ya tiene 38 años de edad.
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La conductora de televisión reveló que una de las cosas que no le gustaba a Gianmarco, cuando era adolescente, era presentarla ante sus amigos por su ya conocido papel como conductora de un programa de espectáculos. "Me decía: 'A la hora que llegues, entras por la cocina. No salgas a saludar, te lo pido, mamá'. Pero yo entraba y saludaba. Todo el mundo era bacán y luego me iba. Si fuera por mí, yo me sentaba a tomar un trago, pero él se moría de la vergüenza. Yo he sido una persona muy grande", indicó.
Además, aseguró que su hijo tomó la mejor decisión en no vivir en el Perú, porque en otro lado no es reconocido como hijo de Magaly. "A mí me encanta que esté lejos porque sé que allá es un anónimo, no es el hijo de Magaly Medina, nadie le va a decir: ‘No subas esto’. Está feliz y yo estoy feliz por eso", afirmó.
Pese a que estos hechos pasaron hace mucho tiempo, le lanzó dardo a quienes despotricaron por su forma de hacer televisión. "Él me decía: ‘No sabes, hoy mi profesor se dedicó a despotricar de ti toda la clase’. O sea, para él era algo normal. Me dolía por los idiotas de sus profesores, unos pobres imbéciles que enseñan en las universidades y que jamás han hecho nada. Ellos qué sabrán de rating, solo enseñan teoría", añadió.
También explicó por qué está tan calmada de tener a su hijo lejos: "Los hijos no son tus hijos, son hijos de la vida y tienen que encontrar su propio camino. Yo jamás he sido una madre gallina. En algún momento tal vez, pero crecí. Yo creo que los hijos tienen que irse. Yo les aconsejo a todos los jóvenes que se vayan".
Por último, llenó de elogios a su retoño. "Él sabe que estoy orgullosa del chico que he criado. Es un hombre inteligente, sumamente culto, sabe de música, es una biblioteca andante, es irónico, rapidísimo. Si se sienta en una mesa, todos se quedan impresionados con su capacidad de lenguaje", aseguró.