Los cómicos ambulantes protagonizaron uno de los programas más vistos de todo el Perú a inicios de la primera década de los 2000. Este grupo de comediantes saltó a la fama en las calles del centro de Lima durante los años 80, pero su aparición en “Trampolín a la fama”, de Augusto Ferrando fue el paso final para que los humoristas dieran el gran salto a la televisión nacional con su espacio “Ambulantes de la risa”.
Kike Suero, Danny Rosales, Cachay, entre otros, eran las principales figuras de este popular show. Sin embargo, el denominado prócer de estos expertos de la comedia fue el gran ‘Tripita’. Juan de los Santos Collantes Rojas fue uno de los primeros en hacerse conocido en dicha profesión y lo demostró mientras tuvieron su chance en la TV.
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En más de una ocasión, ‘Tripita’ deleitó tanto a Augusto Ferrando como a su público. Por tal motivo, el recordado conductor lo bautizó como el ‘Cantinflas peruano’, según sus propias palabras. Panamericana era casi como su casa, pues también era invitado junto a sus compañeros al programa conducido por Mónica Zevallos, quien por entonces era una de las conductoras más famosas del país.
La casa televisora de la avenida Arequipa retuvo a Juan de los Santos Collantes Rojas para lo que sería el recordado programa “Ambulantes de la risa”. Fueron varios meses de éxito con la preferencia de la audiencia; no obstante, el show llegó a su fin en 2001 debido a problemas entre sus integrantes.
Con excepción de Kike Suero, los cómicos ambulantes tuvieron que volver a las calles del Centro de Lima para conseguir recursos económicos para solventar las necesidades de sus familias. Fue ahí donde empezó el periplo de ‘Tripita’, quien cayó en el abandono debido al poco apoyo que reciben los artistas callejeros.
Las complicaciones no dejaron de llegar a la vida de Juan de los Santos Collantes Rojas, ya que posteriormente fue diagnosticado con un cáncer a los ganglios que rápidamente se expandió en su cuerpo. Radicado en Ica, el cómico era atendido constantemente por su esposa, aunque no podía salir a trabajar para sustentar los gastos de sus tres hijas.
Gracias a las actividades y colectas de sus compañeros, el humorista pudo ser trasladado hasta la unidad de cuidados intensivos del Hospital Daniel Alcides Carrión. Sin embargo, lo hecho por los doctores no fue suficiente y con solo 48 años falleció en junio del 2008.