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Espectáculos

Natalia Ramírez: “El elenco (de Yo soy Betty) somos una familia”

Promociona obra teatral junto a Lorna Cepeda en abril. “No se puede ocultar la violencia. Las telenovelas son una manera de exponer”.

larepublica.pe
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Natalia Ramírez, famosa como ‘Marcela’, vino al Perú en su faceta de productora y actriz de teatro. La obra ‘El diván rojo’ fue escrita por el creador de ‘Yo soy Betty, la fea’ (1999), telenovela que sigue siendo transmitida a nivel mundial. “Los tiempos han cambiado”, nos dice sobre escenas que deberían hoy abordarse “de otra manera”. Ha vuelto a la historia para analizar capítulos en su canal de Youtube. “Soy poca televidente, es increíble, pero no veo mucho”.

—Fernando Gaitán en ‘El diván rojo’ (sobre una mujer que acude a terapia) reflexiona sobre las relaciones ¿no?

—Sí, es una comedia romántica que uno puede pensar que va por encima, que solo es divertimento y ya está, como ‘Betty’. Pero cuando tú miras el trasfondo es una reflexión muy grande porque la historia fue escrita en roles inversos. Cuando hacemos la adaptación es porque el momento de la humanidad ha cambiado. Ya podemos ver muchas hombreriegas y puede estar bien visto, prácticamente estamos teniendo esa metamorfosis que tuvo el hombre, el donjuán.

—No en todas las sociedades.

—Es doble moral. El mujeriego tenía una esposa, probablemente, como ‘Armando’, pero el sufrimiento de la mujer iba por dentro. Cuando invertimos los roles en ‘El diván rojo’ y vemos lo que está pasando con ‘Carla Santamaría’ (Lorna Cepeda), ahí empezamos a ver el sufrimiento del hombre; qué pasa con los sentimientos y qué es lo que implica ser infiel. Entonces, esa reflexión ¿por qué no tornarla en una mujer? Además, se le critica mucho más duro. Al salir de la obra, es muy rico tener este tema de conversación.

—¿Cambiarías un rol en Betty? Es decir, en la actualidad, más que Marcela, Armando sería el antagonista.

—Sí, son terribles (ríe). Algo que Fernando siempre me decía era ‘vas a ver cómo la historia te va a dar el honor’. La ventaja de las plataformas es que la gente puede ver el producto varias veces y lo puedes ver desde otros ángulos.Le ha dado la virtud al personaje de que se den cuenta quiénes son realmente. (Pero) no, no los cambiaría, creo que tiene una magia. Además, las mujeres nos damos muy duro. A los hombres feos realmente no les importa ser feos (ríe). Pero las mujeres estamos siempre en el estereotipo...por culpa de los hombres y de la cultura (machista), por nosotras mismas.

—¿Se dejaría de hacer alguna escena hoy? Hay machismo...

—Tocaría decirlas de otra manera. La realidad no se puede dejar de exhibir, es como ocultar la violencia, acoso laboral, discriminación de sexo. No poder narrarlo sería omitir los abusos. Las telenovelas son una manera de exponer.

—¿Qué le dejó al elenco?

—Mucho qué seguir. Siento que se puede hacer a través del amor y el cariño que nos tienen, muchas otras cosas como artistas que somos y como familia. Es más o menos lo que pasó con Gómez Bolaños y su familia.

—Pero esa familia tuvo problemas.

—Nosotros no, obviamente, somos familia disfuncional, pero familia, hemos peleado y nos hemos reconciliado, pero está clarísimo que no hay un problema de dinero porque, además, los derechos no son nuestros(ríe).

—Bueno, hay países que llevan ventaja en derechos.

—Correcto. Los personajes los tiene RCN, es el dueño de los derechos. Si quieres meterte en ese lío ¡Imagínate! ¡la locura! y ¡retroactivo! (ríe). Tenemos nuestra remuneración por transmisión pública, no regalías, en el mundo. Ese problema pasó en el gobierno de Gaviria. Cuando tuvimos la crisis económica por la falta de luz se hizo un arreglo y una concesión de que retiráramos las regalías. Nunca las pudimos recuperar.