Una figura de la música puede hacer que un lunes más de ocho mil personas caminen por la avenida Javier Prado, el puente peatonal o que bordeen el Jockey Plaza hacia el ingreso del Arena Perú. Avril Lavigne, la canadiense que logró que el mundo escuche lo que tenía que decir a los 17 años con su disco ‘Let Go’, congregó a miles desde la mañana, pero también hubo quienes acamparon para estar en la primera fila del Campo A. Era lo que se esperaba para una estrella de la música del siglo XXI.
Avril Lavigne salió al escenario que lucía de anaranjado y negro, a las 9 y 20 de la noche con ‘Cannonball’ de su reciente disco. El público se dividía en quienes, cerca a los cuarenta años, fueron acompañados de sus familias y pasaron el concierto cantando el setlist lejos del escenario. Otros, los primeros millennials y centennials que fueron en grupos de amigos y que trajeron de regreso la moda de los 2000 al Campo A, estaban al centro, saltando. Aunque canciones como ‘Losing Grip’ hicieron que algunos dejaran sus celulares en custodia de sus familias para ir hacia el centro e intentar un ‘pogo’.
Probablemente, la mayoría que asistió a su concierto del 2011, lo hizo también este lunes. Y, de hecho, la valla estaba alta: Avril Lavigne llegaba por primera vez a Perú, recorrió sus primeros discos y cambió su setlist cuando- sin el ‘abuso’ de teléfonos celulares- corearon ‘Nobody’s Home’. Era el 2011 y demostró más energía cuando, por ejemplo, se acercó a darle la mano al público o cuando cantó ‘Alice’, la canción de ‘Alicia en el país de las maravillas’(2010) de Tim Burton. Pero el lunes, la canadiense contó con ese público, más los veinteañeros que cumplían el sueño de “su yo adolescente” que no pudo obtener permiso para ir a su primer concierto.
Concierto Avril Lavigne. Foto: John Reyes
Han pasado 11 años desde entonces, tres discos, su tratamiento para superar la enfermedad de Lyme que la tuvo alejada de los escenarios y una pandemia. Su voz sigue potente. Tocó guitarra, batería- aunque no parecía muy cómoda- y presentó parte de su nuevo disco con el cual regresa a sus raíces del punk-pop. “Se llama ‘Love Sux’ y esta es mi canción favorita”, dijo luego de cantar ‘Here’s to Never Growing Up’. “Pero la canción de aquí es, realmente, el primer single de mi primer álbum. Es una canción muy especial para mí”, agregó cuando se escuchaban los acordes de ‘Complicated’. Sin duda, fue uno los momentos más altos de la noche y evocó su adolescencia. “Muchas gracias por su apoyo. Los quiero”. Siguió una de sus mejores canciones ‘My Happy Ending’ y la sonadísima ‘Smile’.
PUEDES VER: Revendedores agreden a fanáticos y causan disturbios en cola para el concierto de Avril Lavigne
El setlist estuvo acompañado por la proyección de los videoclips. Fue una suerte de repaso por su carrera de dos décadas, pero también sobre su regreso a la música. Eligió cerrar el concierto con dos temas encore: ‘Head Above Water’ y ‘I’m with you’. El primero es el sencillo del álbum del mismo nombre que lanzó en el 2019 tras superar la enfermedad de Lyme y el segundo, quizá, la mejor balada pop-rock que ha hecho.
Avril Lavigne en el Arena Perú. Foto: John Reyes.
Para los que siguen a Avril Lavigne desde inicios del 2000, faltaron en el repertorio ‘Don’t tell me’, ‘Keep Holding On’, ‘When You’re Gone’ y ‘Nobody’s Home’, lo más cercano a la influencia que tuvo de su compatriota Alanis Morrisette. A pesar del furor y la nostalgia de sus fans, Lavigne no tiene un público tan grande en Perú como en otros países de Sudamérica- sucedió algo similar en el 2012 con la ahora multipremiada Lady Gaga- y por eso cuando terminó el concierto, luego de una hora y 14 canciones, algunos se preguntaban si volvería. Por lo pronto, ayer llegó a Brasil donde ofrecerá un concierto hoy y luego el viernes en el Festival Rock In Rio. “Lima, Perú, fue un show impresionante anoche”, ha dicho desde el avión que la llevaba el mismo lunes a Sao Paulo.