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Espectáculos

Denzel Washington: “Ahora veo muchas más oportunidades para todos”

La Tragedia de Macbeth. El dos veces ganador del Óscar habla sobre su nuevo protagónico en la película de Joel Coen. También sobre la mayor representatividad actoral en Hollywood.

larepublica.pe
El dos veces ganador del Óscar afirma que el director Joel Coen y su coprotagonista Frances McDormand fueron “las razones suficientes que necesitaba para aceptar el papel”. Foto: difusión

Denzel Washington luce relajado al otro lado del computador. Está sentado en el living de un hotel en Los Ángeles y conversa con periodistas de diversas partes del mundo sobre Macbeth, el personaje creado por William Shakespeare y que interpreta magistralmente en La tragedia de Macbeth, película de Apple TV+ que este viernes se estrenará en su plataforma.

La cinta rodada en blanco y negro incluye en sus créditos a una verdadera constelación de estrellas, desde Joel Coen en la dirección y su esposa, Frances McDormand, en el papel de Lady Macbeth.

“Joel, Frances y William Shakespeare son las razones suficientes que necesitaba para aceptar el papel. Coen es un gran director y líder, también es un actor brillante, así que cuando me lo propuso, ni siquiera lo pensé”, cuenta Washington sobre el por qué asumió el reto.

El Macbeth que interpreta es oscuro, imponente y único, un trabajo que a sus 67 años le ha permitido ser nominado en la terna de mejor actor en los Globos de Oro y los SAG, y voceado con fuerza a repetir la ecuación en los Óscar.

La relación de Washington con Shakespeare no es nueva. Data de su época como estudiante de artes escénicas. Además, a lo largo de su carrera ha tenido la oportunidad de interpretar a varios personajes del famoso autor inglés. Pero Macbeth no. Esta es su primera vez. “No fue a propósito. En realidad no la había leído antes y me había pasado que tampoco la había visto. He leído y visto muchas obras de Shakespeare, pero no Macbeth. En la universidad tuve la oportunidad de interpretar a Bachelor y, sin entender muy bien a Shakespeare, mi personaje me salió bien. Fue genial iniciar de esa forma, fue interesante, ese viaje hace 40 años, ese momento y ahora”, dice el dos veces ganador del Óscar por Glory (1989) y Día de entrenamiento (2001).

Tragedy of Macbeth: Denzel Washington y Frances McDormand en primer adelanto. Foto: A24/Apple

Recordando al amigo

En La tragedia de Macbeth, su personaje, un lord escocés, es convencido por unas brujas de que se convertirá en el futuro rey de Escocia. A partir de ahí, iniciará un maquiavélico plan para hacerse del poder de la mano de su ambiciosa esposa (Frances McDormand).

Además de los protagonistas, en el filme participa un variado elenco, entre los que destacan actores como Bertie Carvel, Alex Hassell, Harry Melling, Brendan Gleeson y Corey Hawkins, último de los mencionados, un emergente actor negro de 33 años (‘The Walking Dead’ y ‘24: Legacy’) que interpreta a McDuff el hombre que da muerte a Macbeth.

Al respecto, Denzel Washington admite que el brillo de los actores afrodescendientes en la industria del cine y la televisión es un hecho que hay que destacar. “Obviamente estuve en una posición diferente, pero no sé qué tan importante es ese factor ahora. Debido al streaming hay mucho trabajo que está circulando, en el que estamos ahora con un cast donde no se fijan en el color. Estamos mucho más metidos en eso. Veo ahora muchas más oportunidades para todos”.

Como referente de la actuación, siente que debe compartir lo aprendido con las nuevas generaciones, tal y como lo hizo con él su amigo, el actor Sidney Poitier, fallecido hace unos días a los 94 años de edad. “Sidney ante todo fue un amigo, hablábamos de todo, no solo de actuar, sino de la vida. Su puerta siempre estaba abierta para mí y eso fue una relación única y diferente a mi relación con las generaciones más jóvenes. Pero, de todas maneras, siento que hay un tipo, no quiero decir de responsabilidad, pero un deseo de compartir lo que sé, compartir mi experiencia para cualquiera que pregunte”.

Ambición y religión

“La película avanza rápido, Joel la cortó hasta los huesos, no siento que esté perdiendo nada, te golpea y avanza. Hay una inmediatez, un impacto que te va a resonar hoy”, afirma Washington.

Cuenta que para la construcción de Macbeth tuvo total libertad desde el primer día del rodaje. “Con Joel Coen lo manejamos muy bien, me dejaba hacer cosas solo. Sonará a cliché, pero él sentía que tenía a la persona correcta. No recuerdo una gran cantidad de notas y creo que eso es una prueba de su toque suave por el trabajo. Es de los que deja que las cosas fluyan para tomar las oportunidades”.

La versión de Joel Coen de La tragedia de Macbeth es absolutamente teatral. Transcurre entre sombras y con una escenografía minimalista que el actor destaca y agradece, pues lo ayudó a moldear y lucir su particular Macbeth. “Fue muy genial grabar la película en esos escenarios. Los diseñadores crearon este mundo. Era bueno escuchar hablar a Joel y decir: No quiero mueblería de verdad. Fue muy desnudo, porque al final es el trabajo del actor lo que revela quiénes son esas personas, no hay lugar para esconderse y creo que esa ha sido una gran idea”, dice marcando distancias entre el trabajo hecho en cine y teatro. “Creo que esa es la cosa principal en términos de performance, el ser capaz de hacerlo una y otra vez en el cine. En una obra lo haces también, aunque al día siguiente. Pero en el cine es: ‘Ah ya sé lo que quieres’ y lo vuelves a ver in situ. Eso, de alguna forma, siempre va a ser una ventaja de hacer una película”.

Cuestionado sobre si alguna vez se sintió seducido por la codicia como Macbeth, el actor sonríe y responde: “Claro, seguramente, en algún punto dije: No, no, yo, pero no lo admitiría nunca (risas). Somos humanos ¿Sabes? Especialmente en América estamos entrenados a ganar, quieres ser el número uno en lo que sea, así que de alguna manera nos construimos en la decepción”.

En su vida personal, Denzel Washington no cree en brujas y, más bien, se considera un hombre espiritual antes que religioso. “Me gusta usar la palabra espiritualidad porque la religión viene de un humano que recibe mucha espiritualidad. Cuando eso se trasforma en religión, es como ‘mi religión es la correcta. Tú estás mal yo estoy bien’. Trato de no llevar las cosas a esos límites. En la obra Macbeth llega a tal punto de vender su alma, su joya interna al diablo para ser rey. La pregunta que me hago es ¿por qué la bruja se presentó a su vida ese día?”.