El cantante Joaquín Sabina se presentó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, ubicado en Madrid, para depositar su legado. En dicho lugar, importantes celebridades de la música, escritores y cineastas depositan manuscritos, secretos y cartas. Además, a su paso mencionó que no volverá a los escenarios “mientras que la gente esté con mascarilla y no pueda levantarse a fumar o tomar una copa”.
Con respecto a la COVID-19, el cantante y escritor reveló que no se contagió porque siguió las medidas de bioseguridad..
“Me encuentro bien por haber sobrevivido a todas estas maldades que nos asolan. No he tenido COVID-19, me he portado como un ciudadano ejemplar, llevo la mascarilla, sigo fumando y bebiendo... Sí, estoy bien”, sostuvo.
El interprete de “Y nos dieron las diez” espera que la pandemia pase para que las personas puedan asistir a sus conciertos sin mascarillas.
“Pero no pienso volver a los escenarios hasta que nos permitan ir sin mascarilla, estar más juntos, y levantarnos de los asientos para bailar. Y me temo que eso no lo tendremos, sobre todo, en Latinoamerica, donde están peor que nosotros, hasta dentro de un año y medio. Pero volveré para decir ‘hola y adiós’”, añadió.
El también pintor dejó en la Caja de las Letras un manuscrito del tema “Que se llama soledad”, unos dibujos propios, la primera edición de su libro de sonetos Ciento volando de catorce y la colección completa de la revista Sur, en la cual Borges y otros artistas publicaron por primera vez muchos de sus textos.
Finalmente, en el importante evento, al cual también acudieron Benjamín Prado y Nativel Preciado, le preguntaron lo siguiente: “El dinero tampoco parece haberte importado mucho, ¿cierto?”. Ante ello, respondió que sí piensa en el dinero por una “cuestión de “edad” y por asegurarle un buen futuro a sus hijas.
“He empezado a pensar en el dinero hace un par de años, empujado por la edad provecta que tengo. Mi inquietud en este asunto es pequeño burguesa. Es decir, quiero que a mis hijas les vaya bien, intentar evitar en lo posible los problemas de una juventud que vive ya peor que sus padres. Pero a mí, fuera de eso, el dinero no me ha importado nada. He despilfarrado mucho invitando a mis amigos”, concluyó.