Telemundo Internacional estrenó su nueva serie Falsa identidad, la historia de dos desconocidos (Camila Sodi y Luis Ernesto Franco) que se ven obligados a huir juntos y asumir una nueva personalidad para salvar sus vidas. El elenco cuenta en sus filas con Geraldine Bazán, emblemática figura de la telenovela mexicana que ahora último está en el ojo de la prensa de su país por su mediático divorcio de Gabriel Soto con quien tiene dos hijas.
Lejos del escándalo, la actriz de 42 años prefiere hablar sobre Marlene, su personaje en Falsa identidad, un papel con el que de alguna manera guarda mucha relación. “¿Qué es lo que rescato de ella? Su resiliencia. Los seres humanos, y principalmente las mujeres, somos resilientes. Cada fracaso que pudo haber tenido, Marlene lo ve como aprendizaje y una nueva oportunidad. Se queda huérfana de muy chiquita y se hace cargo de su hermana. Por eso ha trabajado desde muy joven para darle un futuro fuera del país y lo hace como bailarina profesional”, cuenta.
Recuerda que su hija mayor, Elisa, la ayudó en la construcción del personaje. “Elisa tiene muchos años tomando clases de danza aérea y cuando me dieron el personaje, entonces empecé a ir a sus clases con su maestra y ella me veía y corregía”.
Precisamente Elisa comienza a dar sus primeros pasos en la actuación. De hecho, su debut lo hizo al lado de su madre en la exitosa serie 100 días para enamorarnos, donde hizo las veces de su hija en la ficción. “Ahora tendrá un personaje más grande y de más responsabilidad en otro proyecto. Estoy enfocada a eso, a acompañarla a sus grabaciones, así aprovecho de estar más tiempo con ella. Le gusta mucho, y si quiere seguir en esto, tendría que prepararse mucho más para que haga su propia carrera y camino”, cuenta Geraldine, quien interpretó a la abogada ‘Elisa’ en 100 días para enamorarnos.
¿Cómo has vivido este tiempo en pandemia haciendo equilibrio entre tu labor como madre y actriz?
Con mucha paciencia, han sido tiempos complicados de los que tenemos que crear mucha conciencia. Para mí ha sido regresar a lo básico, a lo mío, a la familia, empezar por cuidarme a mí misma para poder cuidar a los demás y así crear una comunidad en la que conscientemente ya aceptamos que en el mundo necesitamos estar unidos en una misma misión.
¿Cómo ves el desarrollo de la telenovela latinoamericana en los últimos años y ese cambio en la historia de las protagonistas?
El discurso ha cambiado porque hemos cambiado como sociedad también y el público quiere otro tipo de contenidos. A lo largo de los años, la mujer ha ganado el lugar que merece y necesita y todavía estamos en esa lucha para tener los puestos o los sueldos y que la gente sepa el valor que tenemos. La mujer de ahora sale a trabajar, ya no se queda en casa, es una mujer que puede llegar a tener su empresa o ser presidente de un país. Entonces, la TV y el cine no se pueden quedar en esas historias en las que las mujeres eran educadas solo para casarse o tener hijos.
¿Qué otros planes tienes?
Tengo planes para el segundo semestre del año. Estoy empezando a entrar al mundo empresarial y como mamá estoy acompañando a Elisa en su proyecto. Además, el año pasado tuve una lesión de rodilla y estoy en terapia, tomando mi tiempo para recuperarme.
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