Un alto porcentaje de electores que anularon su voto en la segunda vuelta (71%), así como el 29% de los que respaldaron a Keiko Fujimori, tiene la percepción de que Pedro Castillo ganó las elecciones, revela la última encuesta telefónica de representación nacional realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) para La República.
En el caso del fujimorismo, el 63% los que votaron por su lideresa considera que ella será la próxima presidenta del Perú. Solo 1% de los que apoyaron a Castillo y el 9% de los que optaron por el blanco o viciado opina lo mismo. La diferencia es abismal.
Infografía - La República
Así lo señala el estudio, que consultó a la población del jueves 17 al domingo 20 de junio últimos, tiene márgenes de error de 2,8 puntos por encima y debajo de cada resultado de cobertura nacional.
Independientemente de por quién votaron, el 66% piensa que ganó el candidato de Perú Libre, cifra que se eleva al 76% está en el Perú rural; mientras que los que piensan que triunfó Keiko suman 25%, la mayoría (35%) está en Lima metropolitana.
Cuando se indagó por la identificación ideológica de los encuestados, resultó que el 90% de los que se califican de izquierda y el 69% que están en el centro creen que triunfó Castillo. En el caso de Keiko, la cifra más alta se ubica en el sector de derecha con 46%, siendo casi la misma cantidad (45%) de los que piensan que ganó el candidato del lápiz.
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La muestra también permitió determinar que la mayoría de los electores (7 de cada 10) decidió su voto con bastante anticipación en la segunda vuelta. Solo el 12% lo hizo el día de los comicios, el 17% la última semana, 23% en mayo y 46% mucho antes, cifra que llega a 60% en el Perú rural.
Estos porcentajes mejoraron en relación a la primera vuelta, en que el 18% decidió por quién votar, el último día de la elección, y el 32% lo hizo durante la última semana previa a las elecciones.
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Por otro lado, los electores más decididos se encuentran en el sur del país, con 57% de personas que antes de mayo ya habían decido a quién apoyarían, mientras que en el nivel socioeconómico D/E esta cifra fue de 51%.
La mayor parte de los que piensan que no hubo fraude están en el Perú urbano (57%) y en el rural (58%), pues consideran que las denuncias de Fuerza Popular son solo una estrategia para no llegar al poder. Incluso el porcentaje en Lima es mayor (44%) por dos puntos de los que piensan que tienen razón (42%).
El grueso de los que opinan que el fujimorismo tiene razón en presentar denuncias de irregularidades en mesa están en la derecha, con 54%. Y la mayor parte que cree que no tienen fundamento está en la izquierda (77%).
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En cuanto al entusiasmo electoral, el 37% aseguró haber ido a votar con más emoción que en la primera vuelta (23%), cifra que en el Perú rural se eleva al 50%. Sin embargo, también es considerable la cantidad que declararon haber sentido menos interés (40%).
Los datos recogidos revelan que más emocionados estuvieron los que votaron por Castillo, llegando al 52%, mientras que en el caso de Keiko Fujimori fue solo el 33%. Y si se evalúa según la identificación ideológica, tendremos que el 51% de izquierda acudió a sufragar con más entusiasmo, y el 40% de derecha hizo lo propio. El mayor desgano lo sintió la población del centro (54%).
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Por Rosa María Palacios, periodista
Hay una pregunta clave en la encuesta del IEP: ¿qué piensa de las denuncias de Fuerza Popular sobre los resultados de segunda vuelta? El 53% dice que no tiene razón y es una estrategia para no reconocer los resultados; mientras el 12% cree que tiene algo de razón, pero no afectará el resultado. Eso hace un 65% de electores que considera que no hubo ningún fraude. La mayor parte de ellos se ubica fuera de Lima, sobre todo en la zona rural, allí donde supuestamente se cometió el fraude, según el fujimorismo.
Keiko Fujimori lanzó un tuit pidiendo a la gente que le manden pruebas del fraude, es decir, no tiene pruebas, pero sí certezas. Es una de las cosas más raras que he escuchado.
Ningún Jurado Electoral Especial admitió una sola nulidad, y están subiendo al Jurado Nacional de Elecciones. Esas denuncias parten del principio de suplantación, es decir, que alguien firmó por un miembro de mesa, pero nadie ha dicho que no es su firma la que está en el acta o que cambiaron el resultado de su mesa.
¿Dónde están los suplantados? Pero hay cientos de personas muy ofendidas, decenas de las cuales identificó La República, con su credencial de miembro de mesa, diciendo que trabajó 12 horas y cumplió con su deber ciudadano.
Ojalá que para la próxima semana estén resueltas todas las apelaciones que están entrando al JNE y se proclame al presidente. Y comencemos a discutir cómo se va a manejar la oposición dentro de los límites que establece la Constitución, cómo se va a establecer la vigilancia ciudadana a partir de esos límites y cómo comenzará a ganarse la confianza de la gente, pues esta encuesta muestra que solo 10% de sus votantes confían en él.
Keiko Fujimori postuló por tercera vez consecutiva a la presidencia. Foto: difusión
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