La segunda vuelta obliga a los peruanos a elegir entre dos opciones que tuvieron votaciones reducidas el 11 de abril. No solo eso. Sus perfiles despiertan razonables incertidumbres. En la siguiente entrevista, el ex defensor del Pueblo Walter Albán analiza el escenario electoral de cara a lo que será la votación próxima de junio.
¿Cuál de las opciones en segunda vuelta le preocupa más?
Las preocupaciones vienen por los dos lados. Por un lado, hay declaraciones claramente autoritarias de una mala concepción de lo que es ejercer poder en un contexto democrático por el lado del señor Castillo. Eso genera muchas inquietudes, porque la gente se pregunta qué pasa si llega a la presidencia y quiere desactivar una y otra institución sin respetar las atribuciones que la Constitución ha distribuido. Las democracias modernas funcionan con equilibrio de poderes, con pesos y contrapesos. Nadie tiene un poder absoluto.
¿Y en el caso de Keiko Fujimori?
Con ella ya no solo tenemos el discurso; su comportamiento no deja dudas de su entendimiento también autoritario de cómo ejercer el poder. ¿Cómo nos explicamos que un régimen corrupto que violó la Constitución, anuló la posibilidad de instituciones independientes, porque las copó todas salvo la Defensoría del Pueblo, y se dedicó a coimear a dueños de medios puede aspirar a gobernar de nuevo?
Keiko Fujimori aseguró que si llega al poder indultará a su padre a pesar de estar condenado por diversos delitos. Foto: composición/La República
Ya que habló de la Defensoría, el candidato Castillo rectificó su posición sobre ella. Dijo que no la piensa desactivar, tal como señaló en Espinar, y que más bien quiere reforzarla. ¿Le preocupan estos vaivenes?
Me preocupa en general que su postura frente al sistema democrático sea de tan poca valoración frente a lo que significa un diseño constitucional, que aunque débil y frágil es la mejor opción para entendernos. No estamos en posibilidad de aceptar un régimen autoritario otra vez, ni de permitir que alguien gobierne sin control alguno. Por otro lado, a estas alturas resulta evidente que quien quisiera actuar de esa manera…
¿No podría?
Pues va a tropezar con barreras infranqueables. Si quisiera implementar este tipo de medidas va a encontrar que no podrá porque no tiene atribuciones ni las opciones que los resortes del poder permiten para llevar adelante tamaños despropósitos. Además, el Perú de hoy no es de los noventa. El señor Merino y quienes lo acompañaron en su aventura del golpe de noviembre pasado son los primeros que podrían dar fe.
Le escuché decir que más peligroso que este anuncio revisado de Castillo sobre la Defensoría es que el fujimorismo quiera tomar el Tribunal Constitucional.
Ese es un elemento clave. ¿Cómo podemos creer en la señora Fujimori cuando su palabra está tan venida a menos y, encima, vemos en su equipo técnico a personajes que creíamos que habían sido borrados del escenario político? Eso da una alerta. Ahora, una cosa es el discurso irreflexivo, desinformado e inviable del señor Castillo cuando dice que quiere desactivar el TC y otra que la señora Fujimori se embarque con sus socios en el Congreso para tratar de elegir a los seis nuevos miembros. No obstante que la mejor gente ya se retiró hace rato porque se dieron cuenta de que era una manipulación de la peor especie y que no se cumplieron los reglamentos aprobados, ¿a qué vienen los afanes y apuros?
¿Tiene alguna hipótesis al respecto?
Que no hay otra explicación que controlar (al TC). Es más peligroso un Tribunal Constitucional capturado que uno desactivado. Y tampoco debemos olvidar que el Congreso está fraccionado, es verdad, pero si sumamos los votos de Fuerza Popular, más los de López Aliaga y De Soto, podrían alcanzar una coalición para aprobar cosas importantes. Entonces que no nos sorprenda que empiecen a mover las cosas como hicieron con Kuczynski, ir deteriorando las bases de la gobernabilidad hasta el momento de dar el zarpazo. No podemos dejar que cosas así ocurran. Si Fujimori quiere ser electa y ganar votos, lo primero que tendría que hacer es dejar de avalar este discurso mañoso hecho para controlar al TC a partir de intereses de grupos de poder no manifiestos. Le aseguro que varios de ellos tienen intereses vinculados a la economía ilegal y a una utilización de la política para propósitos delictivos. Es muy peligrosa esta alianza que se está armando dentro del Congreso actual para tratar de capturar al Tribunal.
Tribunal Constitucional
¿Qué espera de ambos candidatos?
No sé si sea factible pero esperaría, del señor Castillo, que asuma que ahora pelea por ser el presidente del Perú y que eso no debe llevar a hacerlo pretender que va a asumir una monarquía. Debe ser consciente de que quienes han votado por él, su núcleo duro de respaldo, es una minoría-minoría. Si tiene buenas intenciones, debe llevarlo a una apertura, a un diálogo, a revisar ciertas posiciones a quienes desde una perspectiva nos preocupan los derechos humanos y la defensa de la institucionalidad. Gane o no gane, es fundamental que Castillo entre a este tipo de diálogo. Y a la señora Fujimori lo que tendríamos que pedirle es que deje de hacer lo que está haciendo.
Bueno, en el caso de Castillo, su cambio de discurso sobre la Defensoría acaso sirve como un indicador.
Sí, es un indicador. Y así podría, al menos, bajar los decibeles. Tampoco podemos ser ingenuos, ¿no? Le han montado una campaña terrible que habla muy claramente de la derecha de este país. Quien no piensa como ellos, quien no los respalda cien por ciento es terruco, caviar, comunista. Y esa es la desgracia del país y en parte explica por qué el fujimorismo ha podido subsistir todo este tiempo: están dispuestos a pactar con cualquiera que les garantice sus beneficios y nos les importa si ese cualquiera resulta ser poco creíble, poco confiable o aliado incluso a organizaciones criminales en determinado momento.
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