El Perú se encuentra en una búsqueda constante por elevar la calidad de su sistema educativo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU. El ODS, enfocado en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, es uno de los pilares esenciales para el desarrollo del país. Este objetivo también busca promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos los ciudadanos.
En este contexto, la figura del docente emerge como un elemento central en la transformación educativa. Uno de los desafíos que plantea la agenda hacia 2030 es aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados, capaces de impartir educación de calidad y responder a las necesidades cambiantes de los estudiantes.
El magíster Ricardo Victorio Gamarra, especialista en educación y formación docente, subraya que la formación continua y la actualización permanente de los maestros son factores determinantes para lograr avances significativos en la enseñanza. Según Gamarra, los docentes deben estar al tanto de las novedades en sus áreas de conocimiento y emplear metodologías innovadoras que despierten el interés y la curiosidad de los estudiantes.
“Un docente bien capacitado no solo transmite información, sino que inspira a sus alumnos. Las herramientas tecnológicas y pedagógicas actuales permiten nuevas formas de enseñanza, y los maestros deben estar preparados para adoptarlas”, sostiene Gamarra.
Condiciones Laborales y Crecimiento Profesional. Además de la formación constante, el magíster Gamarra resalta la importancia de ofrecer a los docentes condiciones laborales adecuadas que favorezcan su desarrollo profesional y personal. Algunos de los puntos clave que señala incluyen:
Para garantizar la calidad en la formación de los maestros, Gamarra enfatiza la necesidad de asegurar la preparación de los docentes en cuatro dominios fundamentales:
El Ministerio de Educación (Minedu) ha establecido el Marco del Buen Desempeño Docente, un conjunto de 40 desempeños que los maestros deben alcanzar para garantizar su eficacia profesional. Gamarra señala que este marco es una guía esencial para evaluar y mejorar el trabajo docente.
Para lograr la formación continua de los docentes, Gamarra sugiere una colaboración estrecha entre universidades y el Ministerio de Educación. Esta alianza permitiría establecer un plan de formación permanente que incluya diplomados y programas de segunda especialidad.
“El docente debe sentirse motivado para seguir aprendiendo. Si se estructuran programas de formación accesibles y relevantes, los maestros estarán más preparados para enfrentar los desafíos educativos”, explica el magíster.