La crisis económica en Bolivia, marcada por una severa falta de dólares, ha generado que los ciudadanos busquen alternativas financieras en las fronteras con Perú. Según Martín Moreira, analista económico, esta situación ha detonado un flujo constante de personas hacia Desaguadero, un punto crítico donde bolivianos adquieren soles y dólares para comerciar en el mercado informal. Este fenómeno, que inicialmente fue visto como una alternativa temporal, ha desatado serios problemas económicos y sociales, incluyendo el contrabando y el aumento del costo de vida.
En este contexto, un periodista boliviano señaló que Perú contribuye indirectamente a la desestabilización económica de Bolivia. Según su análisis, las actividades de contrabando y especulación en la frontera no solo afectan la industria nacional, sino que también incrementan los costos de vida en el país.
Un periodista boliviano, durante una reciente transmisión televisiva, señaló a Perú de facilitar prácticas que dañan la economía de Bolivia. Según explicó, el flujo de bolivianos hacia la frontera no solo responde a la necesidad de divisas, sino que también fomenta el contrabando de productos que compiten deslealmente con la industria nacional boliviana:
“Daña la industria nacional, porque traen todo tipo de productos, lo compran a un precio razonable en Perú, lo traen a Bolivia y lo venden más caro, por eso estás así la inflación", concluyó el periodista. Además, explicó que esta dinámica perjudica a los productores locales, quienes no pueden competir con los precios del contrabando, lo que agrava la crisis económica y contribuye a la pérdida de empleos en el país.
De acuerdo con Martín Moreira, analista económico boliviano, el 90% de las personas que cruzan la frontera para realizar estas actividades están vinculadas al contrabando. Este fenómeno, según el experto, representa una amenaza para la producción nacional, ya que introduce productos extranjeros a precios competitivos, desplazando a los bienes locales y causando un impacto significativo en la generación de empleo.
La raíz del problema se encuentra en la escasez de dólares que afecta a Bolivia desde hace casi dos años. Según Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia, el país enfrenta una crisis de reservas internacionales líquidas, lo que ha llevado a los bancos a restringir la venta de dólares. Este déficit también afecta a la importación de combustibles, que representan más del 70% del consumo interno y dependen de subsidios estatales.
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Ante esta situación, los ciudadanos han encontrado en Desaguadero una alternativa inmediata. El proceso incluye la compra de soles como moneda intermedia, que luego se usan para adquirir dólares. Sin embargo, este mecanismo informal ha incrementado la presión sobre los mercados locales y ha profundizado la dependencia del contrabando.
Billetes de Perú y Bolivia. Foto: composición LR
El mercado negro de dólares en Bolivia ha experimentado un auge considerable debido a la falta de divisas en los bancos. Los contrabandistas aprovechan esta coyuntura para traer dólares desde Perú y venderlos a precios elevados. Además, ingresan productos comprados en suelo peruano que luego comercializan en Bolivia con un margen especulativo, elevando los precios y perjudicando a los consumidores bolivianos.
“Productos que son traídos de Perú a Bolivia vía contrabando los venden super caro, los dólares los venden super caro”, denunció el periodista boliviano, enfatizando que esta dinámica afecta directamente a la población. Según Moreira: "El contrabando afecta a toda la población. Mientras unos pocos se enriquecen, el 98% de los ciudadanos sufre las consecuencias, como el aumento de precios y la pérdida de empleos locales"
Otra problemática que agrava la situación es la circulación de dólares falsificados en la región fronteriza. En Desaguadero, las autoridades peruanas han reportado la existencia de redes dedicadas a la fabricación y distribución de billetes falsos. Estas divisas ingresan al mercado boliviano, donde la falta de controles rigurosos permite su proliferación.
“Perú es un país donde el tema de los billetes falsificados ha sido siempre una preocupación para toda la región, no solo para Bolivia”, afirmó el periodista. Este problema no solo afecta la confianza en las transacciones financieras, sino que también incrementa los riesgos para quienes dependen de estas divisas en el mercado informal.
La crisis económica en Bolivia, acentuada por la escasez de dólares y el contrabando en la frontera con Perú, ha generado un aumento en los precios de bienes y servicios debido a la especulación en el mercado informal, afectando principalmente a las familias de menores ingresos. Al mismo tiempo, la industria nacional sufre una competencia desleal frente a productos extranjeros ingresados ilegalmente a precios más bajos, debilitando a los pequeños y medianos productores, reduciendo empleos y limitando el crecimiento económico.
Según el periodista boliviano, durante una transmisión televisiva, destacó que esta práctica tiene un impacto significativo en la economía del país, generando graves consecuencias como las siguientes:
Bolivia atraviesa un proceso de devaluación de su moneda nacional, lo que ha fortalecido la posición del dólar estadounidense en el mercado cambiario. Este incremento en su demanda ha elevado significativamente su valor frente al boliviano, alcanzando, según datos de Google Finance, una tasa de cambio de 1 dólar estadounidense por 6.9 bolivianos.
La reducción en la producción de gas, la escasez de dólares y la disminución de las exportaciones han sumido a la población boliviana en una crisis que se manifiesta en el incremento del costo de vida y en la creciente ansiedad por conseguir dólares. Esto ocurre ante la depreciación del boliviano (Bs), la moneda nacional, lo que agrava aún más la situación económica del país.