De acuerdo al Instituto Peruano de Economía (IEP), el 40% de trabajadoras peruanas deja de trabajar inmediatamente después de tener a su primer hijo y es muy difícil que retomen sus anteriores empleos incluso después de diez años. Ante la poca flexibilidad de horarios que se adecúen a su nuevo rol como madres, prefieren sacrificar su vida profesional. Es por ello, que el trabajo híbrido se vuelve una propuesta valiosa para ellas.
"El 41% de las mujeres trabajadoras no regresan a sus empleos después de convertirse en madres, y este indicador es mayor que el promedio de América Latina y el Caribe (37%), ocupando el noveno puesto más alto en la región”, señala Natalie Sablich, directora de administración y finanzas de ManpowerGroup Perú.
En esa línea, Sablich sostiene que una de las decisiones más difíciles para una madre es elegir entre hacer una pausa laboral para dedicarse a la crianza de los hijos o dejarlos al cuidado de una persona. Frente a ello, afirma que la semipresencialidad o el trabajo remoto es lo que más valoran las madres hoy en día y es que la jornada híbrida permite configurar el equilibrio entre sus tareas familiares y laborales.
“En este aspecto, la empatía de los jefes para comprender y otorgar razonablemente permisos recuperables para la atención de temas personales, es una de los beneficios que también las madres valoran sobremanera; además, las motiva en el logro de sus objetivos del negocio”, argumenta.