El 29% de los peruanos culminó el 2023 sumido en la pobreza monetaria, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Son 9 millones 780.000 las personas que no alcanzan los S/446 mensuales para atender las necesidades básicas de su hogar: alimentación, salud, transporte, vivienda y educación, entre otras.
Vale añadir que el INEI fijó el umbral de los S/446 midiendo la incidencia de la pobreza, su brecha y severidad; y debajo de S/251 al mes, se consideran a los pobres extremos. Aquí, hay 1 millón 922.000 ciudadanos —poco más de 250.000 que en el año del estallido de la pandemia—.
Entre 2019 a 2023, el ingreso real por habitante al mes se contrajo de S/1.278 a S/1.148: 10,2% menos. Además, el gasto se vino abajo: de S/970 a S/866 tras la pandemia.
Y, dentro del limitado margen de dinero del que disponen los peruanos, las cifras del INEI reflejan que gran parte se va al gasto en elementos esenciales como alimentos (29,5%), alimentos fuera del hogar (11,8%) y alojamiento, agua, electricidad y gas (21,6%). Apenas un 3,0% se destina para actividades recreativas.
“Los peruanos cada vez consumen menos. Es una situación muy difícil y ajustada. El grueso de las familias peruanas, como hemos visto en los últimos años, ante un imprevisto o emergencia termina sacrificando su presupuesto para alimentos, que abarca casi la mitad de su dinero”, comentó, para La República, la investigadora principal del IEP, Carolina Trivelli, quien agrega que este desbalance propicia el avance de la malnutrición.
El reporte del INEI precisa que, en el año de la recesión, de 110 productos que integran la canasta básica de alimentos, 95 encarecieron sus precios; siete lo redujeron y en ocho no hubo variaciones. Dentro de los principales alimentos que más subieron su precio encontramos al huevo (24,1%), tomate (30,0%), limón (21,4%), cebolla (27,3%), fideos (16,3%), lechuga (10,0%) y pollo (8,4%).
Trivelli recomienda tomar con cuidado los datos oficiales de la línea de pobreza, ya que responde a la capacidad mínima e indispensable para sobrevivir.
A su criterio, no es que si una persona tiene S/446 o un sol o S/10 más, ya está en buenas condiciones y deja de ser pobre, por el contrario, sigue viviendo “ultra ajustado” mes a mes ante la contracción de los ingresos.
El análisis de Trivelli difiere del ejemplo que dio el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, en la CADE 2023. El banquero aseguró que “al 11% de los pobres le falta 11 soles o menos mensuales para dejar la pobreza: sea vender un emoliente más o medio kilo de papa más”.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) asegura que, con el crecimiento del PBI de 3,1% de este 2024, se espera que la pobreza se reduzca entre 2 y 3 puntos porcentuales (mejor que en 2022: 27,5%).
Sin embargo, a finales de marzo, el ministro José Arista reconoció que las proyecciones económicas del 3% —tasa que maneja el BCRP—son muy bajas para reducir la pobreza. “Debemos aspirar a crecer a tasas cercanas al 5% para ver que la pobreza nuevamente se está reduciendo”, mencionó en conferencia. Hasta el 2027, el Gobierno de Dina Boluarte prevé una subida anual del PBI de 3%.
Por otro lado, Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del BCRP, sostuvo que el rebote de 3% y la inflación estancada en 2%, contribuirán a disminuir los niveles de pobreza.
Atención. 3,2 millones de pobres cayeron a la pobreza entre 2019 y 2023. En el área urbana, la tasa subió de 14,6% a 26,4%; y en la rural, de 24,1% a 26,4%.
Alarma. Son 10 regiones con ratios de pobreza mayor al promedio nacional: Cajamarca (44,5%), Loreto (43,5%), Pasco (41,7%) y Puno (41,6%) tienen las cifras más alarmantes.