La creencia de que la pesca artesanal es una actividad realizada única o mayoritariamente por hombres es una respuesta a la falta de visibilización que tiene el rol de la mujer en el sector, a pesar de representar el 90% de la mano de obra en las fases de precaptura y poscaptura.
Asimismo, se destaca la importancia de su labor en ambas etapas, en las que se desempeñan en distintas áreas, como administración y aprovisionamiento de la embarcación, remiendo de redes, fileteado de pescado, comercialización y otras que garanticen la seguridad alimentaria.
No obstante, a pesar representar casi el 50% del sector, de acuerdo a María Fernanda Chávez, coordinadora de Involucramiento Comunitario y Género de TNC y parte del proyecto Por la Pesca, su participación formal en las organizaciones y en los espacios de toma de decisiones ocupa menos del 5%.
“Yo vivo en San José y puedo decir que, prácticamente, sin mujeres, no habría pesca”, enfatizó Ofelia Román, socia de San Josefinas Emprendedoras, una empresa conformada por familiares de pescadores de San José, en Lambayeque, durante el encuentro binacional Mujeres a la Mar, donde participaron más de 50 lideresas pesqueras de Perú y Ecuador.
Por su parte, Elsa Vega, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal (Sonapescal), resaltó que gran parte de estas mujeres mantienen sus hogares con el 100% de los ingresos que obtienen de sus labores en la pesca, pues generan ganancias que van desde los S/1.500 hasta los S/3.000 mensuales.