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Economía

Inseguridad alimentaria afecta a 6 de cada 10 hogares

Alerta. Problemática pasó de impactar de 46% a 57% de las familias en solo 6 meses, sobre todo en el ámbito rural, según reciente encuesta del IEP. 

larepublica.pe
Cifra de familias con inseguridad alimentaria ha aumentado en los últimos meses según estudios. Foto: Andina

La inseguridad alimentaria se ha convertido en uno de los principales problemas que enfrentan las familias peruanas más vulnerables como consecuencia del elevado costo de vida y, sobre todo, de los productos que conforman la canasta básica de consumo.

Según la última encuesta de representación nacional realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), un 57% de los encuestados, equivalente a 6 de cada 10 personas, admitieron haber experimentado la falta de alimentos en sus hogares durante los últimos 3 meses por falta de dinero u otros recursos.

Los resultados revelan un alarmante incremento de 11 puntos porcentuales en comparación con la encuesta realizada seis meses atrás, cuando solo el 46% de los entrevistados respondió afirmativamente a esta pregunta.

Pero es más preocupante aún cuando se observa que esta misma consulta se realizó en 2012 en el Barómetro de las Américas, en donde un 17% de los peruanos respondió que sí, lo que revela que en 11 años hemos subido 40 puntos.

El estudio realizado para La República revela que los hogares que se quedaron sin alimentos se concentran principalmente en el ámbito rural, con un 75% de incidencia, seguido por las macrozonas norte (67%) y oriente (69%).

Esta problemática también se observa con mayor frecuencia en personas que tienen entre 25 y 39 años, con un 62% de esta franja etaria reportando haber experimentado la escasez de alimentos.

También se encontró una mayor falta de alimentos en las familias menos favorecidas del país, de los niveles socioeconómicos D/E, que afecta al 75% de los encuestados (ver infografía).

Caída del consumo

El 70% de los encuestados afirmó que ha experimentado una disminución en el consumo de alimentos en los últimos 3 meses. Esta cifra guarda similitud con lo registrado en marzo de este mismo año, cuando se situó en un 66%.

 En esa línea, las personas que afirmaron que el consumo de alimentos de su hogar se ha reducido mucho se encuentran en su mayoría en el ámbito rural, con un 49%, y en las macrozonas oriente (51%), centro (46%) y norte (42%). En los niveles socioeconómicos D/E, la mitad de los encuestados admitió haber reducido mucho su consumo de alimentos.

En cambio, las familias que han reducido un poco su consumo de alimentos pertenecen en su mayoría al ámbito urbano, con un 33%, y se distribuyen principalmente en los niveles socioeconómicos con una mayor estabilidad financiera, siendo un 42% en el grupo A/B y un 32% en el estrato C.

Por otro lado, un 49% de las personas ha logrado mantener su nivel de consumo de alimentos sin cambios, un 19% ha conseguido mantenerlo, aunque a expensas de sacrificar otros gastos, mientras que únicamente un 7% lo ha mantenido sin dificultades.

La falta de alimentos es cuestión de emergencia

Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión social

El principal problema de la inseguridad alimentaria en el país es que parece que a nadie le importa. Las respuestas del aparato público hasta ahora han sido insuficientes.

Deberíamos estar haciendo unos superprogramas de emergencia para que la gente se asegure, en particular los niños, de que va a comer todos los días. Las cifras de malnutrición, anemia y desnutrición crónica están subiendo como nunca antes en 15 años.

Lo primero que habría que hacer es programas de empleo temporal y apoyar a todas las organizaciones de base —ollas comunes, comedores, Vaso de Leche, el Banco de Alimentos—, a cualquiera que esté en posibilidad de entregar alimentos a población vulnerable. Esto es una cuestión de emergencia.

Lo otro es ayudar a los agricultores, porque encima de la crisis climática tenemos un problema grave de alimentación en el mundo rural.

El dato

Financiamiento. La Fundación Citi entregó US$500.000 a dos organizaciones internacionales que operan en el Perú y que cuentan con programas enfocados en fortalecer la seguridad alimentaria y la salud financiera de las familias y su comunidad.