— Ingeniero Vives, ¿por qué renuncia a la presidencia de Petroperú?
— Son ciclos que terminan, el directorio necesita ser refrescado con otras ideas y otras fuerzas. Sinceramente, no creo que ningún director diga que lo han botado. Reitero, son ciclos que terminan y bienvenido el nuevo directorio y que trabaje como nosotros hemos trabajado. Eso sí, lo digo bien claro: como nosotros hemos trabajado desde abril del 2022, con completa autonomía del directorio en sus decisiones, cero injerencia políticas y total respaldo a la gerencia y al personal para que trabaje tranquilo.
— Se señala -sin ningún sustento- que su salida se debe a una discrepancia con el Minem por el manejo de los lotes de Talara que revertirán a Petroperú, ¿qué tiene que decir al respecto?
— En absoluto mi renuncia se debe a una discrepancia con el Ministerio de Energía y Minas (Minem) sobre el retorno de lotes petroleros a la empresa. Es más, en los últimos eventos, como audiencias públicas en Talara, en el Congreso y otros espacios, he manifestado no solamente mi felicitación al Minem, sino también a las más altas autoridades del país por decidir el retorno de los lotes petroleros de Talara, cuyos contratos están próximos a este año y en los primeros meses del siguiente. No hay ninguna discrepancia entre la empresa y el sector Energía y Minas, en absoluto. Hemos tenido total coincidencia.
— ¿Por qué es importante que esos lotes, que antes fueron de Petroperú, regresen a la empresa?
— Porque ello le va a dar un respaldo importantísimo, a través de la refinería de Talara, a la empresa, me refiero al ingreso de dinero fresco a la débil caja de la empresa. Esto es así porque la producción que viene de los lotes petroleros del noroeste es prácticamente sin riesgo. Todos los días, las instalaciones de subsuelo bombean crudo de la profundidad hacia la superficie sin mayor riesgo en absoluto. Eso es como sacar dinero contante y sonante hacia la superficie y de eso se están beneficiando las compañías cuyos contratos vencen dentro de poco. Eso tiene que retornar a la empresa y le hará bien a nuestro proyecto de la Refinería (de Talara), a la empresa y al país, pero sobre todo a la población que consume combustibles, permitiéndole a la empresa dar mejores condiciones comerciales y me refiero concretamente a descuentos, y llegar con mejores precios competitivos de combustibles al país.
— ¿Por qué cree usted que ha generado tanto escozor en el sector privado y sus aliados el anuncio de la vuelta de Petroperú a la explotación de petróleo?
— La asignación de lotes petroleros lo maneja completamente Perupetro. Ellos son los que deciden, pero ya los lineamientos están prácticamente sobre la mesa y son los que ha puesto el Minem. La producción que sale de estos lotes del noroeste, que son de larga data de explotación, es sin mayor riesgo, yo lo comparo como que fuese dinero contante y sonante que sale a la superficie. No hay mayor riesgo, entonces es un negocio en marcha y un negocio redondo que las compañías lo tienen en explotación, en negocio.
— ¿Petroperú está en la capacidad de asumir esas operaciones?
— Mucho se habla que Petroperú no va a poder trabajar en la explotación de estos pozos y en la exploración, y en la exploración por supuesto que no. Si se tratara de trabajar en exploración, la empresa está decidida, y tiene que ser así, (de ir) con un socio operador para asumir el riesgo de exploración. Lo que es explotación solo se trata de seguir produciendo los pozos que ya están produciendo. (En tanto), los pozos que se requieran para perforar de las reservas no probadas se deben perforar prácticamente también sin mayor riesgo: perforas tus pozos, comienzan a producir y no hay mayor riesgo en eso.
— Eso es tal cual lo que hacen los actuales operadores, ¿correcto?
— Eso es lo que están haciendo las compañías privadas a la fecha. Un ejemplo concreto del 2000: a la fecha se han perforado 25 pozos exploratorios, si mal no recuerdo. La gran mayor parte de todos esos pozos están en offshore, desarrollados por la compañía Petrotech o la compañía Savia. Los otros dos pozos que se han perforado, uno es un pozo exploratorio en el Lote I y, mire usted, en el Lote X, el más importante, el de mayor potencial, que tiene los campos del noroeste, se ha perforado solamente un pozo exploratorio en más de 20 años. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Para ser más claro: las compañías que están trabajando en el noroeste se están beneficiando solamente con la producción sin riesgo de Talara, llámese reservas probadas desarrolladas, que es lo que está produciendo en estos momentos y reservas probadas no desarrolladas, que basta perforar un pozo sin mayor riesgo y sale la producción, de eso se está aprovechando, digamos, porque es su negocio y tienen un contrato vigente el cual se los permite, pero ¿por qué no Petroperú cuando hay una necesidad del país que eso lo tome su empresa bandera? Eso es lo que entiendo y comprendo la reacción de la parte privada, pero yo creo que es el momento de mirar, caminar y pisar fuerte, y fortalecer a Petroperú con esto porque eso es una necesidad no de la empresa, no de la refinería, sino una necesidad del país.
— ¿Cómo le ha ido a Petroperú en la operación del Lote I?
— Nosotros hemos estado operando el Lote I que ya cumple dos años de contrato temporal en octubre, cuya producción es 500 o menos de 500 barriles al día, y solamente para mantener la producción. Por explotar y solo mantener la producción, Petroperú se ha beneficiado con una utilidad neta por año de más de 5 millones de dólares. Entonces, imagínese para un lote que produce 10.000 o más, como el Lote X. Eso es lo que se debe examinar y ver por qué la otra parte reclama. Esta esa una corriente muy fuerte porque, así como hay una corriente que quiere el retorno de los lotes petroleros a la empresa para beneficiar al país, hay una corriente muy fuerte que no lo desea, y que, de repente, desea que la empresa colapse para que alguien esté detrás mirando qué pasa, y diga, como ya la empresa colapsó, yo compro la refinería o yo me quedo con los lotes. Hay que tener mucho cuidado con eso y ahora es momento de hablar claro, las cosas son así.