A nivel de los hogares peruanos, el consumo de la canasta básica registró un incremento de 10,1% en el año móvil a setiembre del 2021 (abarca de octubre 2020 a setiembre de este año), mientras que su volumen subió en 5,7%, según el último “Consumer Insight” de la división Worldpanel de Kantar.
La frecuencia de compra mantuvo su tendencia a la baja al año móvil, registrando una marca de 278 visitas al 2019, 243 al 2020, y 233 al 2021.
A detalle, a nivel de volumen de compra, las canastas con mejores rendimientos -al tercer trimestre del 2021 versus igual período del 2020- fueron bebidas (+13%), cuidado personal (+9%), cuidado del hogar (+7%) y mascotas (+2%). A diferencia de alimentos (-2%) y lácteos (-1%), que presentaron resultados negativos. Mientras que en términos de valor todas las canastas incrementaron su consumo.
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La consultora también destacó el impacto del aumento de precios en alimentos, sobre todo en los procesados, lo que se evidencia desde julio. Pero agregó que en el corto plazo el paulatino regreso de la vida social incide positivamente sobre las bebidas y cuidado personal.
Tarjetas de crédito y débito de peruanos son vendidas por la Deep Web. Foto: AFP
El reporte de Kantar también halló que los hogares de los niveles socioeconómicos A y B redujeron el volumen de sus compras en -2,5% en el tercer trimestre, y los del NSE E en -0,4%. Mientras que las familias de los segmentos C y D lo incrementaron en +5,3% y +5,7%.
Por su parte, el consumo en provincias se mantiene más dinámico que en Lima. Y es que, mientras la canasta básica limeña registró un descenso de -1% en volumen y un alza de +4% en valor, en las demás provincias creció 8% en volumen y 15% en valor, destacando la región norte, que contribuye con el 60% del crecimiento.
Finalmente, a nivel de canales, los mercados se consolidan con el 33,1% del valor total de la canasta, mientras que las bodegas conforman el 31,4% y el canal moderno un 19%.
Para el tercer trimestre, se observa la aparición de nuevos hábitos de consumo del hogar, como la preocupación por el medioambiente y la reactivación de categorías relacionadas con ocasiones sociales.
Sobre los cambios que llegaron para quedarse, destacan los hábitos de acudir menos a los puntos de compra, pero comprar más volumen por cada viaje. También en autoservicios se dinamizó el uso de tarjetas de débito y crédito.
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