Al respecto, señaló que si bien la cartera en riesgo promedio de las Cajas se muestra comparativamente mejor que en los últimos dos periodos, existe en algunas de estas empresas financieras un sinceramiento de la cartera reprogramada a través de mayor nivel de castigos y/o de refinanciaciones (8 puntos base más que en años previos); esto es, entre quienes repagaron nada o mínimo desde el inicio de la pandemia, respectivamente. “En opinión de MicroRate, el microempresario facilitado con las reprogramaciones no necesariamente se recuperó tras recibir este tipo de alivio financiero”.
La cobertura de provisiones de las Cajas está dentro del promedio de las entidades con cartera Pyme y en ascenso respecto a meses comparables de años anteriores previendo el desenvolvimiento de la cartera de mayor perfil de riesgo. No obstante, esta cobertura podría ser insuficiente debido a que existe aún brecha para sinceramiento en la calidad de colocaciones.
El gasto financiero también ha sido revisado y mejorado en aras de amortiguar la estrechez en los ingresos financieros. A pesar de un ligero aumento en el apalancamiento, destaca la confianza del público en las Cajas a través de un mayor volumen de ahorros depositados, aún cuando reciben menor remuneración en sus tasas pasivas.
La eficiencia operativa ha sido un objetivo constante y las Cajas Municipales van camino a ubicarse entre las entidades más eficientes a nivel América Latina (8,6% versus 15% a nivel entidades supervisadas). Entre las Cajas evaluadas por MicroRate destaca la búsqueda de competitividad continua a través del despliegue de nuevos canales virtuales y digitales que faciliten la transaccionalidad entre sus clientes como también la optimización de los recursos a nivel interno.
A pesar del esfuerzo en control de gastos, las Cajas enfrentan el desafío de revertir la tendencia de márgenes operativos negativos que explican la rentabilidad patrimonial adversa a Junio 21 (-1,6%), en contraste con el que reporta el sistema financiero con cartera PYME (-3,4%).