La producción de uva para mesa y para vinos experimentó en los cinco últimos años una baja estimada en un 20%, a consecuencia de la enfermedad Filoxera que ataca a este producto bandera de la provincia de Gran Chimú.
Segundo Iglesias Villalobos, representante de los productores de esta zona de La Libertad, afirmó que pese a la reducción de la producción, al cierre del 2020 se llegaría a las 20 mil toneladas que se dará en una extensión de dos mil hectáreas en toda la provincia, con dos cosechas al año.
Hay que destacar la introducción de nuevas variedades de uva, resistentes a las enfermedades como la merlot, cabernet y sauvigen.
Ante la menor demanda de la uva de mesa los precios cayeron, por eso ahora se introducen variedades de uva sin pepa y aptas para la industria vinícola. Ya se cuenta con mejores vinos y pisco como arras 15, piróbano, moscato de Alejandría y también la variedad borgoña blanca.
Los agricultores de viñedos no se rinden ante la baja producción, ni a los bajos precios, y con esfuerzo invierten para reflotar el producto de bandera que tiene gran importancia en la economía de Gran Chimú, sostuvo Iglesias Villalobos.
Los campesinos esperan también que la naturaleza no les juegue una mala pasada y se registren lluvias. También reclaman una mayor presencia del Estado con créditos, fertilizantes, semillas y asistencia técnica.
En un recorrido por el mercado Central de Trujillo se verificó que el precio del kilo de uva oscila entre 3.5 y 5 soles y que la demanda ha disminuido. “El precio se mantiene debido a que estamos en plena temporada”, informó a La República el comerciante Fernando Reyes Cueva.
Advirtió que el próximo año habrá problemas de producción debido a que este verano se registra ausencia de lluvias en la sierra de La Libertad. “No hay precipitaciones pluviales y los hombres de campo están muy preocupados”, acotó.
Reyes Cueva indicó además que los precios de la palta y cítricos también han bajado. Pero la papaya ha subido a 7 soles.