Has salido de vacaciones y quieres viajar al exterior, o quizá quieras remodelar alguna parte de tu hogar, ya cuentas con un gasto calculado, pero aún te sigues preguntando cómo es que obtendrás este dinero.
De pronto, observas tus tarjetas de crédito, pero también estás considerando solicitar un préstamo personal. Según el portal Comparabien.com, las dos opciones son válidas pero tienen diferentes condiciones, en ese sentido, esta plataforma esclarecerá tus dudas de financiación.
¿Cuándo es que debes utilizar la tarjeta de crédito?
- Debes comprobar que tu línea de crédito sea lo suficientemente grande como para cargar el gasto que vas a hacer. Esta opción es ideal si el usuario sabe que recibirá un monto de dinero extra que le permitirá cancelar las cuotas antes de que venzan para evitar el cobro de intereses adicionales.
- Si alguno de los meses se cuenta con poca liquidez está la opción de realizar el pago mínimo; sin embargo, esto también ocasiona que la deuda se agrande y cobren más intereses.
- Si ya cuentas con una tarjeta de crédito, no tienes que hacer ningún trámite para realizar tu compra así que ahorras tiempo, a diferencia del préstamo personal en el que tienes que realizar más trámites.
- Acumulas puntos para el programa de descuentos que te ofrece tu tarjeta.
¿Si pido un préstamo personal?
- Puedes obtener mayores montos de financiamiento que con la tarjeta.
- Es recomendable cuando todos los meses se dispondrá de la cantidad pactada en tu cuota mensual, ya que esta no aumentará como podría pasar con la tarjeta de crédito si consumes algo durante el mes.
- Si el préstamo se solicita al banco donde ya tienes una cuenta o tarjeta, podrían ofrecerte mejores tasas de interés.
- Por último, los intereses que se cobran por el préstamo personal son mucho más bajos que los que se cobran por una tarjeta de crédito.