Agricultores del país se encuentran en alerta máxima ante el posible ingreso del Dragón Amarillo, enfermedad incurable de los cítricos que afecta la producción del limón, la mandarina y la naranja. Este ha generado millonarias pérdidas económicas en Colombia, Brasil, Argentina y Paraguay.
“De establecerse en nuestros cultivos, aun contando con un programa fitosanitario, las pérdidas alcanzarían los 454 millones 572 mil 952 soles, ocasionando una crisis a nivel nacional, que afectaría también en el sector gastronómico, ya que un kilo de limón podría alcanzar precios muy similares o mayores a los que se tuvo en el fenómeno de El Niño Costero”, aseguró el gerente general de ProCitrus, Sergio del Castillo.
Agregó que en un principio se produciría un incremento en los costos del mercado de 20% en el limón, 25% en las mandarinas y un 30% en las naranjas, los mismos que podrían elevarse.
La reciente investigación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y la Asociación de Productores sobre los daños que ocasionarían en la cadena de cítricos el ingreso de la enfermedad, estima que se perderían 5.4 millones de jornales y se dejarían de recibir 166.4 millones de soles de inversiones privadas.
Al respecto, la titular del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Fabiola Muñoz, dijo que “con el Senasa estamos tomando las medidas necesarias para atacar esta plaga que nos puede hacer tanto daño”.
La preocupación se centra en que el vector (insecto transmisor) o el hongo que lo transmite, se encuentra en países de Sudamérica, esta cercanía se convierte en una latente amenaza para los cultivos de cítricos peruanos.
“Por ello, se recomienda no traer al Perú, plantas, ¡ni una sola ramita!, que pongan en peligro a nuestra gastronomía y familias productoras de frutas”, señaló Del Castillo.
El Perú es libre del Dragón Amarillo. Sin embargo, por los riesgos que genera el comercio informal internacional, a la fecha se han presentado focos del insecto en zonas urbanas de Piura y en el distrito La Cruz en Tumbes que gracias a la vigilancia que realizan productores y especialistas en sanidad agraria, han sido controlados y eliminados.
La especialista en fitopatología del Senasa, Betty Matos, explicó que cuando se detecta un foco del insecto transmisor, se fumiga la zona y se realiza un monitoreo en un radio de medio kilómetro, de lo contrario se amplía el radio a 1 km y así sucesivamente hasta eliminar el riesgo por completo.