La República conversó con Luis Castillo Carlos, representante de los acreedores laborales de Doe Run Perú (DRP), sobre las condiciones actuales de La Oroya.,Un proceso con una década a cuestas que se ha traducido en reducción de las condiciones económicas y sociales en La Oroya, con una conflictividad latente ante la inacción del Estado y los acreedores que no consiguen vender la única refinería metalúrgica del Perú. Los trabajadores dan a conocer su posición. - ¿Cuál es la situación actual de Doe Run Perú? Ya son 10 años y medio que el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) está paralizado y nosotros los trabajadores y la población podemos decir basta de saquear al país. PUEDES VER: La Oroya: Dirige presentó su renuncia como liquidador de Doe Run Perú - ¿Por qué dice esto? En La Oroya se refinaban 19 productos que iban listos al mercado, sin embargo, ahora no se refina nada y todo se va en bruto. Esto significa que por esas toneladas de concentrados de diferentes minerales, el Perú dejó de percibir en estos 10 años US$ 5.500 millones y se han perdido 3.400 puestos de trabajo. Todo esto paraliza la cadena económica de la ciudad. En La Oroya había 70 mil pobladores y ahora hay unos 10 mil a 11 mil pobladores. - ¿Qué balance hace del proceso concursal de DRP? El proceso concursal al que fue sometido DRP ha estado lleno de incidencias, de problemas, por ejemplo, uno de ellos: DRP no le debía absolutamente nada al Ministerio de Energía y Minas, sin embargo, entró como el mayor acreedor. Aparte de eso los acreedores actuales que están en la mesa de negociación saben perfectamente que no van a cobrar absolutamente nada porque la empresa en estos momentos está adeudando S/ 1.600 millones, en consecuencia la empresa tendría que venderse por más de US$ 600 millones, sin embargo, en la última subasta Cobriza se ofreció por US$ 70 millones y el CMLO por US$ 69, en total US$ 140 millones, con lo cual no va a alcanzar para pagar ni siquiera a los trabajadores que nos deben US$ 120 millones. En la mesa de diálogo simplemente van a perturbar, a poner posiciones, a entrampar y hacer que este proceso se siga dilatando. - ¿Cuál es la situación actual de los acreedores laborales? Nosotros estamos en la intención que con la cuenta que nos deben de US$ 120 millones hemos hecho el pedido de adjudicación en mayo del 2018. Eso quiere decir que nosotros nos adjudicábamos los activos, aunados a un inversionista, y así continuar con las operaciones. En ese momento buscamos asociarnos con Samsel, que es una empresa que entendemos no ha estado preparada en su momento, recién han hecho los informes, y tengo entendido que están avanzando para poder entrar en nuestro apoyo. - ¿Esa asociación continúa entonces?¿Cuál es el plazo para presentar el aval financiero? Hasta ahora continúa porque ya hay una decisión de la junta de acreedores que mientras no se cambie el convenio de liquidación, este acuerdo sigue adelante. Nosotros tenemos hasta la próxima reunión el tiempo necesario. La próxima reunión será en febrero en día por precisar. - Ustedes estiman que para esa fecha... Ya debemos estar con la espalda financiera, el respaldo para poder hacer el proceso. - ¿Con el mismo socio? De repente va a ser otro, pero hay dos que están allí. Lo que es seguro es que para esa fecha llegamos con un socio. - ¿Cuál es la situación actual de las unidades de DRP? La Oroya está paralizado, está trabajando al 10% y hay 270 trabajadores que están laborando. La unidad de Cobriza sí está trabajando total, ellos siguen produciendo, pero el problema es que bajaron su producción porque no tienen los insumos, equipos y además no está preparada la mina. En 10 años no se hizo preparación y no saben a dónde ir la veta y es un problema. - ¿La producción de la Cobriza se procesa al 100% en el CMLO? No, para procesar Cobriza es 9.500 toneladas por día, solamente estamos procesando 4.500 TN, están al 50% y eso significa que hay una gran pérdida no solo de la mano de obra, también está el problema que no hay la dirección exacta de dónde se debe perforar para sacar los concentrados.