En los Juegos Olímpicos de París 2024, un detalle peculiar ha captado nuevamente la atención de los espectadores, pues algunos atletas participan en las competencias con el ombligo cubierto. Pero, ¿qué motiva a estos deportistas a tapar esta parte del cuerpo?
En la siguiente nota entérate cuáles serían las razones por las cuales algunos de los participantes, sobre todo de origen asiático, llevan el obligo protegido por cintas, vendajes o incluso piedras energéticas. Cabe recordar que este mismo fenómeno curioso se vio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En culturas como la tibetana y la china, existe una fuerte creencia de que el ombligo es un centro energético vital. Se piensa que a través del ombligo pueden perderse energías positivas y absorberse malas energías del entorno.
Un claro ejemplo de esta práctica sería la atleta china Jiayu Yang, quien en la prueba femenina de 20 km marcha destacó no solo por su rendimiento, sino también por llevar su ombligo cubierto.
Por otro lado, según la teoría de los chacras, el ombligo es el primer centro de energía que se forma en el cuerpo humano, conectado a la madre a través del cordón umbilical. Lo que explica por qué algunas atletas colocan piedras energéticas para atraer energías positivas y rechazar las negativas.
La marcha atlética es una disciplina del atletismo que combina resistencia, técnica y velocidad, y se distingue por su regla fundamental que es mantener siempre un pie en contacto con el suelo y que la pierna que avanza esté recta desde el momento del primer contacto con el suelo hasta que se encuentra en posición vertical.
Cabe resaltar que en el caso de las pruebas de 20 km marcha en los Juegos Olímpicos de París 2024, el jueves 1 de agosto se llevaron a cabo las pruebas individuales, tanto femeninas como masculinas, y el próximo miércoles 7 de agosto se disputará la prueba de relevo mixto de 42,195 km, la misma distancia que un maratón.
Atletas como Jiayu Yang han destacado en pruebas como la marcha atlética llevando su ombligo protegido. Foto: AFP
Jiayu Yang, con un tiempo impresionante de 1:25:54, cruzó la meta en primer lugar, eclipsando su desempeño en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde terminó en el puesto número 12. Su triunfo en París es visto como un resultado de su entrenamiento y, según sus creencias, de la protección de su energía vital al cubrir su ombligo.
María Pérez, por su parte, logró redimirse de su cuarto puesto en París 2024, obteniendo la medalla de plata con un tiempo de 1:26:19. La atleta española también fue vista siguiendo este peculiar ritual, lo que refuerza la idea de que, para muchas competidoras, estos pequeños detalles pueden marcar una gran diferencia en su rendimiento.
Desde el año 1400 a. C., se ha creído que el ombligo es una puerta de entrada y salida de energía, lo que ha llevado a prácticas como cubrirlo con vendajes o colocar piedras energéticas.
En la XXXVI edición del Gran Premio Internacional de Marcha Cantones, por ejemplo, se pudo ver a varias atletas siguiendo este ritual, lo que demuestra su arraigo en la cultura deportiva asiática.