Waldir Pereira, más conocido como Didí, llegaba a Lima para jugar (y dirigir) en Sporting Cristal en 1962. Un bicampeón del mundo con Brasil en Suecia 1958 y Chile 1962, ya en la última etapa de su carrera, estaba en la capital sin saber que solo unos años después volvería para convertirse en un técnico clave para entender una de las mejores décadas de la selección peruana y conseguir por primera vez una clasificación al Mundial por méritos propios.
En 1966 decidió retirarse luego de una dilatada y exitosa carrera donde incluye también un paso por el Real Madrid (1950-1960). En 1967 regresaba a Cristal para ser el técnico y un año después se consagraba campeón. La selección se había fijado en él en una etapa complicada y decidieron apostar. Dirigió a los cerveceros y la blanquirroja al mismo tiempo por unos meses, aunque haciendo dupla técnica con Roberto Drago.
No le fue bien en los amistosos: cuatro empates y cinco derrotas, cuatro de ellas ante Brasil. Los hinchas no tenían muchas esperanzas de tener éxito. Didí solo se dedicó a la selección y empezó a ganar: primero a Colombia, luego a El Salvador. Llegaron las eliminatorias donde Perú enfrentaba a Argentina y Bolivia en un triangular. La ‘Albiceleste’ llegaba como favorita, pero la ‘blanquirroja’ ganó sus dos partidos de local y cayó en el altiplano. Todo se definía en Buenos Aires, en la ‘Bombonera’.
Allí, Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez se encargaba de silenciar el estadio con un doblete para el 2-2 que le daba la clasificación a México 70, donde Perú consiguió su mejor actuación al quedar en el séptimo lugar. En el grupo D, enfrentó a Alemania Federal, Bulgaria y Marruecos, donde le ganó a los dos últimos y cayó ante los germanos. En cuartos de final chocó ante el Brasil de Pelé, donde caímos 4-2, pero fue uno de los partidos más recordados de los Mundiales.
¿Qué pueden tener en común Didí y Ricardo Gareca? Ambos técnicos clasificaron a la selección peruana a un Mundial, aunque antes se habían convertido en enemigos por eliminarnos como jugadores. El volante brasileño, con un tiro libre de folha seca (hoja seca), una característica de Didí, en abril de 1957 silenció el Estadio Nacional donde el ‘Scratch’ ganó 1-0 para clasificar a la Copa del Mundo; un año después se consagraría campeón con una figura que ya brillaba con luz propia: Pelé.
Los caminos parecieron cruzarse con Gareca porque él también nos sucumbió en la tristeza luego de marcar en Buenos Aires para que la selección argentina clasifique a México 1986, torneo en el que no sería convocado, pero donde la ‘Albiceleste’ levantaba el trofeo de la mano (y de los pies) de Diego Armando Maradona. Por su parte, Didí, ya con buzo de técnico, nos llevaba a México 70 y Gareca cortó el silencio mundialista que duró 36 años. Han pasado 19 años de la muerte de Didí, pero su recuerdo sigue vigente en la memoria de los hinchas.