En medio de la alerta por el coronavirus en Estados Unidos, la WWE vivió un hecho histórico durante el último Smackdown. El evento, que marcó el regreso de Jeff Hardy y Jhon Cena, dos icónicos luchadores, se robó la atención de los seguidores tras convertirse en el primero en desarrollarse sin la presencia de público.
A diferencia de otros deportes como el fútbol o básquetbol, que se paralizaron a causa del COVID-19, la lucha libre continuó sus actividades. No obstante, tuvo que hacerlo tras adoptar la inusual medida para no contravenir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, lo que dejó como resultado un inédito show.
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El único antecedente que se registra de una situación similar en la WWE es la pelea que sostuvieron La Roca y Mankind en 1999, enfrentamiento que tampoco contó con espectadores. Cabe aclarar, sin embargo, que este correspondió al Halftime Heat, evento realizado como contraprogramación al Super Bowl.
Otra particularidad de este Smackdown es que mudó de escenario sobre la marcha, pues originalmente se tenía prevista su realización en el Little Caesars Arena de Detroit. Finalmente, se terminó llevando a cabo en el Performance Center de Orlando, Florida, recinto que es utilizado mayormente como sede de entrenamiento para los deportistas de la compañía.
Una noticia que viene preocupado a los fanáticos es la posible cancelación del Wrestlemania 36, el show más importante del año para la WWE. Les Miller, comisionado de la localidad designada para albergar el evento, declaró que tomará medidas de acuerdo al ambiente que se viva los días previos al 5 de abril, fecha programada para la realización del espectáculo.
“Espero que Vince McMahon, WrestleMania y WWE hagan la llamada ellos mismos. Pero si dentro de una semana no lo han hecho y todavía estamos en la situación en la que estamos, tendremos que tirar del cable (cancelarlo)", afirmó.