En el distrito del Rímac, se encuentra la farmacia más antigua del Perú. Con más de 300 años de antigüedad, en su interior albergó los conocimientos de médicos de Estados Unidos, Europa y Asia. En la actualidad, muchos de sus medicamentos continúan intactos y en perfecto estado, siendo objetos de historia, por lo que pueden ser observados bajo visita guiada.
El canal de YouTube 'Dilo Nomas' llegó al Museo de los Descalzos y mostró a detalle cómo es que antes los peruanos curaban las enfermedades, que en algunas oportunidades era confundida con posesiones demoniacas.
La botica franciscana, ubicada dentro del Convento de los Descalzos (hoy museo), fue declarada Patrimonio Histórico Nacional en los años 70. En su interior posee una mezcla de la primera medicina europea con hierbas y pócimas de los pueblos originarios del antiguo Perú.
Las instalaciones del convento son de gran interés para los profesionales de la salud, debido a la impecable conservación del mobiliario antiguo, la decoración y los instrumentos utilizados para la elaboración de medicamentos. Además, aún perduran los libros de los monjes con escritos de recetas médicas, que registran cómo ha ido cambiando la profesión farmacéutica a lo largo de los siglos.
Los libros de recetas antiguas para curar enfermedades. Foto: YouTube/Dilo Nomas
Por ejemplo, el Salbutamol, medicamento para poder abrir las vías respiratorias, en el siglo XIX era administrado mediante un instrumento bastante rústico, muy diferente al actual.
Salbutamol de 1800. Foto: YouTube/Dilo Nomas
Estante de medicamentos en perfecto estado de la farmacia más antigua de Perú. Foto: YouTube/Dilo Nomas
Por otro lado, el termómetro era tres veces mayor al actual y la cantidad de mercurio que poseía era mucho mayor. En cuanto al estetoscopio, tenía forma de teléfono.
En el resto del convento, se encuentran las habitaciones destinadas a la internación de los pacientes y a los sacerdotes enfermeros que estaban a cargo de sus cuidados. Allí se encuentran camas con tarimas forradas con cuero de vaca, lavatorios, baños de asientos en bronce, retretes y muebles antiguos.
En el convento destaca la estatua de San Diego de Alcalá, patrono de los enfermeros.
De acuerdo con sus páginas oficiales, atienden en el siguiente horario: lunes a domingo desde las 9:30 a. m. a 1 p. m. y de 2 p. m. a 5:30 p. m.