Cuando un banco en el Perú traslada una deuda, la primera acción es que el deudor identifique al nuevo acreedor. La transferencia de deuda, que implica la venta de un compromiso financiero, está plenamente respaldada por la ley y no conlleva ningún motivo válido para presentar una reclamación legal.
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La transferencia de créditos es una práctica ampliamente utilizada en la actualidad. Las instituciones financieras venden sus deudas a otras entidades que pueden ser otros bancos en el país, agencias de recuperación o fondos de inversión oportunistas.
Los bancos y entidades financieras venden carteras de deudas que consideran difíciles de cobrar a un precio mucho más bajo que el valor nominal de la deuda, lo que les proporciona liquidez y les libra de la responsabilidad de recuperar esas deudas.
La deuda que un banco elige comprar responde a razones espécíficas. Foto: composición LR/65ymás/Archivo GLR
Por otro lado, las empresas y entidades que adquieren estas deudas están altamente interesadas en recuperar el dinero adeudado, ya que su objetivo principal es obtener beneficios al cobrar a los deudores, incluso si es necesario hacerlo a través de procedimientos judiciales.
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El proceso de cobro pasa a manos del nuevo prestamista, cuya principal motivación es recuperar la deuda, puesto que esta es la base de su negocio. En consecuencia, el nuevo acreedor puede ser muy insistente y emplear tácticas para presionar al deudor y lograr el pago.
En principio, el nuevo acreedor debe respetar las condiciones originales del contrato y no tiene la facultad de agregar nuevas comisiones o modificar las condiciones de pago de forma unilateral.