Oscar Quispe y Benit Valenzuela crecieron en el cerro El Pino, uno de los lugares de Lima con mayor índice de delincuencia y pobreza. Sin embargo, gracias a su constante trabajo como ambulantes de La Parada y su deseo de brindarles una mejor calidad de vida a sus cuatro hijos, es que hoy viven en una enorme casa propia ubicada en el distrito de San Borja.
La pareja, que se conoció hace casi 30 años, inició su historia de éxito vendiendo limones en las calles de La Parada, y actualmente ambos son grandes empresarios de Gamarra y dueños de uno de los restaurantes más resaltantes del emporio comercial.
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A través de un reportaje realizado por el programa 'Punto final', la familia Quispe cuenta que ellos iniciaron siendo vendedores ambulantes de verduras en La Parada y que, tras ver que Gamarra iba creciendo con el paso del tiempo, decidieron cambiar por el mercado textil. Fue así que, después de ahorrar un pequeño monto de dinero, compraron una máquina de coser y aprendieron a confeccionar ellos mismos.
Día a día, Oscar Quispe tenía que caminar 20 minutos para poder trasladar su mercancía desde su casa en el cerro El Pino hasta Gamarra. "En ese lapso hay que cruzar el Pesquero, San Pablo, y para que no nos molesten iba con un desarmador en la espalda", revela Oscar.
Las prendas elaboradas por los Quispe se volvieron tan solicitadas por comerciantes de todo el país, por lo que decidieron apostar por un nuevo negocio: comprar lotes en Gamarra y alquilarlos como tiendas. Gracias a esto fue que pudieron sacar a sus hijos del cerro El Pino para llevarlos a un barrio residencial en San Borja.