Aunque las maquinarias son de ayuda para la agricultura, los campesinos siguen usando una herramienta rústica llamada chaquitaclla, la cual se le conoce con otros nombres en diferentes regiones del Perú. El objeto alcanzó gran popularidad durante el Tahuantinsuyo por ser uno de los elementos importantes para los incas al momento de cultivar la tierra.
Existen diversas teorías sobre la creación de la chaquitaclla, pero fueron los incas quienes le dieron mucho uso en sus terrenos. En aquel entonces, los agricultores fabricaban sus propias herramientas, pues aseguraban que solo las podían dominar los varones. Con el pasar de los años, las mujeres demostraron que también saben trabajar la tierra con el instrumento más importante del mundo andino.
La chaquitaclla, también conocida como tirapié o arado de pie, posee un palo principal extraído de una madera dura que puede ser lloque, chachacomo, huarango, huranhuay, queñua y quishuar; y una punta un poco encorvada al final. Dicha herramienta cuenta con seis partes importantes que deben ser aprendidas por los agricultores para un uso adecuado.
El tamaño de la chaquitaclla variará de acuerdo a las regiones, algunas sobrepasan la estatura del trabajador, pero muy pocas están por debajo de los hombros. Ambas contienen las seis partes esenciales, en las que el agricultor apoya el pie para hundir la punta en el suelo. Tras ello, tendrá que inclinar el palo principal para remover parte de la tierra y hacer un surco.
La chaquitaclla fue una herramienta fundamental en la agricultura durante el Tahuantinsuyo. Foto: Rumbos del Perú
Al igual que algunas palabras que nacieron en el Tahuantinsuyo y aún prevalecen en el país, la chaquitaqlla tiene origen quechua. El término se divide en dos "chaqui", cuyo significado es pie, y "taqlla", que es un palo en general. Pese a su presencia en diferentes regiones del Perú, esta herramienta ha tomado otros nombres como rhuki, shuki, sapankiri, hualhuaco, callpachuma, yapuna.