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¿Feliz Navidad?: los regalos más extravagantes que recibieron algunos personajes históricos

Desde una novia de goma al príncipe Harry hasta el crucifijo comunista por parte de Evo Morales. Repasa los objetos cuya carga simbólica poco tiene que ver con el espíritu navideño.

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La historia conserva unos episodios navideños bastante peculiares. Foto: composición de Gerson Cardoso / La República

La Navidad ha construido episodios históricos alrededor del mundo. Uno de ellos es, por ejemplo, la tregua en el frente Occidental a finales de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados alemanes y las tropas británicas pausaron los ataques para entonar villancicos, jugar fútbol, cavar tumbas y compartir provisiones. Este ambiente festivo capaz de desafiar la lógica se ha prestado, además, para entregar regalos con alguna motivación oculta. Cabezas de Estado y autoridades religiosas protagonizan la lista.

Navidad: un kit especial para el príncipe Harry

La relación de complicidad entre Kate Middleton, actual princesa de Gales, y su cuñado, el príncipe Harry, resaltaba ante las cámaras. Sin embargo, también lo hacía detrás de ellas: en un intercambio navideño, costumbre de la familia real, Kate le obsequió una ‘novia’.

Se trataba de una figura rosa de goma que se hinchaba —hasta seis veces su tamaño— con agua. El objeto costó unas pocas libras, pero las risas se multiplicaron ampliamente.

¿Y para la reina Isabel II?

Según recoge Gales en línea, ni la máxima autoridad real se salvó del sentido del humor de los integrantes: fue el príncipe Harry quien le dio a su abuela un gorro de ducha con las palabras estampadas “Ain’t Life, b *** h”. Se dice que a Isabel II le encantó el regalo.

Un portaretratos salvaje

En 1970, el magnate del petróleo Lloyd Powers, junto con su esposa Reva Powers, le obsequió a Juan Carlos I una imagen de su hijo, el actual monarca Felipe VI, enmarcada en los colmillos de un hipopótamo. Y no de cualquier hipopótamo: era la caza del rey emérito durante su viaje a Angola.

Lloyd y Reva Powers posan para el Denver Post.

El crucifijo comunista de Evo Morales

Si bien el episodio ocurrió antes de la época navideña, la finalidad de procurar paz y rescatar una religiosidad coincidían. ¿Qué ocurrió entonces? En 2015, el expresidente de Bolivia escandalizó a la opinión pública luego de que, en su encuentro con el Papa Francisco, decidiera entregarle un crucifijo con forma de hoz y martillo bajo la excusa de rescatar la unión entre jesuitas y marxistas en Latinoamérica.

Además, Evo Morales argumentó que el objeto era obra del sacerdote español Luis Espinel, quien fue asesinado en 1980. ¿Lo convertía así en un símbolo para recordar las persecuciones a los seguidores de la Teología de la Liberación que eran considerados comunistas? Es una duda que todavía aqueja a la historia.

La imagen de Evo Morales y el Papa Francisco despertó indignación en la opinión pública.

¿Qué pasó con el regalo del Papa Pablo VI?

No obstante, no era la primera vez que alguien despertaba la alerta de la audiencia con algún regalo: el expresidente estadounidense Lyndon B. Johnson le obsequió al Papa Pablo VI un busto de su propia cabeza. La pieza medía aproximadamente 30 centímetros. Ya antes le había extendido una fotografía de sí mismo, autografiada y puesta en un marco de plata.

El ‘regalo’ de Hitler para toda Alemania

Cuando Alemania fue dominada por Hitler, la Navidad tuvo un giro doloroso, desde el nombre, Rauhnacht, hasta los elementos decorativos: desapareció Papá Noel y, en su lugar, el dictador colocó al dios Odín, una deidad nórdica. “Los nazis defendían que Odín era el auténtico origen de la figura de Santa Claus”, explicó el historiador Richard Grunberger para National Geographic.

Así, en lugar de renos y trineo, la figura tocada por el odio del ‘Führer’ viajaba sobre un caballo blanco para repartir los regalos, es decir, los juguetes de temática bélica. Soldados con la esvástica en los uniformes, tanques y bombarderos llegaban a las manos de los pequeños. Incluso los villancicos sufrieron modificaciones en las letras: no nacía Jesús, sino que llegaba el tiempo de la Alemania nazi.

Adornos navideños durante el Tercer Rich de Alemania. Foto: difusión