La pedida de mano en la actualidad, ya sea en presencia de los padres o en un momento íntimo, es considerada una tradición romántica. Aunque para algunas personas ya no sea un protocolo necesario que defina un compromiso, el gesto continúa vigente en nuestra sociedad; sin embargo, poco se sabe de su origen de hace cientos de años.
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Desde las pedidas de manos más extravagantes hasta las más tradicionales, este accionar busca unir a una pareja en la actualidad mediante un compromiso que usualmente tiene como objetivo el matrimonio. Conoce a continuación la oscura historia detrás de esta costumbre.
Aunque en el antiguo Imperio Romano las mujeres tenían ciertas libertades, estas carecían de poder de la toma de decisiones importantes, además de que no tenían oficialmente derechos. Es por ello que cuando un hombre elegía a su futura novia para el matrimonio, que en ese entonces era una cuestión de negocios, debía consultarlo con el padre de esta.
En esa época, existía el concepto de “manus” (mano), el cual se trataba del poder judicial que el padre tenía sobre su hija, por lo que el futuro esposo ‘pedía la mano’ para que el poder recayera ahora en él. De esta manera, el novio pasaba a tener el control sobre la novia en un aspecto jurídico y esta se integraba como un miembro más de su familia.
El concepto de "manus" en el antiguo Imperio Romano se convirtió en la tradición de pedir la mano antes del matrimonio. Foto: Museo de Capodimonte
Cabe resaltar que, el concepto de “manus” no solo se aplicaba para las mujeres, sino también para personas esclavizadas, según el portal 20 Minutos.
Con el paso del tiempo, el significado de pedir la mano tomó un aspecto más romántico al incluir también los anillos de compromiso y el arrodillarse para pedir matrimonio. Precisamente, esta última costumbre, que data del Medioevo, revirtió el aspecto de sumisión de la mujer hacia el hombre.
En esos años, era costumbre que todos se arrodillaran ante el rey como muestra de respeto o sumisión por su alto cargo, por lo que los hombres también comenzaron a arrodillarse frente a sus novias como un acto de devoción.
El caballero se arrodillaba frente a una dama o el rey en el Medioevo. Foto: Luke/Pinterest
Con la aprobación de los derechos de las mujeres a través de los años, las pedidas de mano se han convertido más en una tradición de antaño que en una búsqueda de poder. Por el contrario, este gesto es considerado como romántico por algunas parejas e incluso optan por hacer la petición directamente con la novia en lugar de conversarlo previamente con la familia, según las preferencias.
Además, ahora la pedida de mano no es exclusiva de los hombres, pues también existen mujeres que se animan a pedir la mano de su novio en todas partes del mundo.
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La pedida de mano no cuenta con un guion exacto de lo que se debe decir; sin embargo, sí es imprescindible que el discurso que se pronuncie tenga en cuenta lo siguiente.
Actualmente, la pedida de mano es una reunión en la que están presentes los padres tanto de la novia como del novia. El encuentro tiene como finalidad dialogar sobre las intenciones de la pareja de contraer matrimonio.
Además, por lo general, este momento se suele dar en la casa de la novia y se suele compartir un alimento entre todos los invitados.