La gente que tiene un gato de mascota sabe que son inusuales los momentos donde el felino quiere recibir cariño. Pero si piensas que tu gato no te quiere, puede que estés alejado de la realidad. Tal vez solo te falta aprender a acariciarlo.
En un artículo para The Conversation, la investigadora Lauren Finka, explica sobre la compleja metamorfosis social de la relación entre humanos y felinos, y en este contexto da unas claves para poder entender cómo el gato desea ser mimado.
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Algunos mininos reaccionan con agresividad al contacto físico no deseado, así como también otros lo pueden tolerar si es que buscan comida o un sitio donde dormir.
La clave está en esperar que el gato elija y controle estas interacciones con los humanos. En esa línea, hay que dejar que manifieste si desea recibir cariño y controle la zona de su cuerpo en la que está dispuesto a ser acariciado y durante cuánto tiempo.
Tal vez necesitemos mucho autocontrol para aguantar nuestros deseos de tocarlo, como sucede con todos los animales bonitos, pero lo mejor es dejar que este se acerque y nos muestre donde quieren que lo toquemos.
En general, a una gran mayoría de los gatos les gusta que los acaricien alrededor de las glándulas faciales, como la base de las orejas, bajo la barbilla y cerca de las mejillas.
Y, por el contrario, a los gatos, usualmente, no les gusta el contacto en la barriga, el lomo y la base de la cola.
A pesar de que a la mayoría de gatos les guste ser tocados en estos lugares, puede que no todos reaccionen igual. Por eso es bueno notar algunas señales para darse cuenta si nuestro felino está disfrutando nuestros mimos.
Entre los signos de disfrute, los gatos pueden:
Si a tu gato no le gusta cómo lo estás acariciando, posiblemente muestre estos signos: