Los chapulines o saltamontes son muy populares en México por su singular aspecto y canto nocturno, pero también como comida, pues están entre los insectos más consumidos como alimento en el país charro. ¿Sabías que también poseen muchas propiedades y beneficios para el ser humano? Entérate por qué es tan buena idea comerlos fritos, asados o como parte de un taco o una tlayuda.
El consumo de chapulines data de tiempos prehispánicos y es especialmente popular en estados del centro y sur de México, como Oaxaca. Esta costumbre de comer insectos es conocida como entomofagia y ha existido desde antiguo en otros lugares del mundo, como Tailandia, China y la antigua Asiria.
La palabra “chapulín” procede del náhuatl ‘chapoli’, que puede traducirse como “insecto que rebota como una pelota de hule”. Solo en México se pueden producir hasta 350.000 toneladas al año de este insecto, tan enraizado en la cultura popular que incluso inspiró al famoso superhéroe de Chespirito, el Chapulín Colorado.
Los chapulines son populares como botana en México. Foto: Milenio
El chapulín se come de distintas formas en México. Tradicionalmente, se hierven en agua con sal y se asan con ajo molido y limón al gusto; o bien se fríen y se bañan con jugo de limón para degustarse como botana.
También se los puede comer como ingrediente de un taco, una tlayuda o una quesadilla; con salsas preparadas a base de aguacate, chile o cacahuate; con crema, en ensaladas, guisos y de muchas otras maneras.
Las especies comestibles de chapulines incluyen a Sphenarium purpurascens, Sphenarium magnum, Sphenarium histrio, Melanoplus femurrubrum y Melanoplus mexicanus, tal como detalla la revista de divulgación Saber Más de la Universidad de Michoacán.
Portales como El Sabor de Oaxaca mencionan que el sabor de los chapulines es cítrico, con un toque ligeramente picante, además de tener un olor a hierbas.
Los chapulines pueden consumirse en platillos como la tlayuda. Foto: Chilango
La época de mayor abundancia de chapulines es el otoño. Puedes encontrarlos en los mercados de Oaxaca, La Merced, Xochimilco y Cuernavaca, así como en las tiendas de productos oaxaqueños de la CDMX.