En declaraciones del 7 de abril, el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, se refirió al líder de la Alemania nazi, Adolfo Hitler, y lo destacó como ejemplo de gestor de obras viales. Posteriormente, ofreció disculpas por ello y aseguró que su comentario fue un “ejemplo de cómo el criminal más avezado puede hacer obras positivas”.
Estas declaraciones de Torres rápidamente fueron objeto de críticas por varias bancadas del Congreso. Incluso, las embajadas de Alemania e Israel en el Perú expresaron su rechazo ante lo dicho por el jefe del gabinete. Repasa aquí qué atrocidades cometió Adolfo Hitler mientras estuvo al frente del país germano y cómo devastó gran parte de Europa.
En el año 1934, apareció en Alemania el Tercer Reich, un régimen liderado por el nacional socialismo de Adolfo Hitler. “A partir de ahí, empiezan a desarrollarse una serie de medidas cuestionadas y que van contra la propia dignidad humana”, señaló el historiador Michael Mendieta en diálogo con La República.
Hitler publicó, entre 1924 y 1926, “Mi lucha” (“Mein kampf” en alemán), un libro plagado de seudociencia e ideología del odio. En la obra, exige la “persecución despiadada” de los grupos que vayan en contra del “interés común” de la Alemania aria. Por ello, un objetivo de gobierno será aniquilar “tanto al judío como su obra”. Finalmente, se calcula que unos 6 millones de judíos fueron asesinados en esta época sombría de Europa.
Sin embargo, el genocidio se extendió “también con gitanos, comunistas, la comunidad LGTBIQ, personas con discapacidad...”, apuntó el historiador Mendieta. “Ellos (los nazis) consideraban a todos estos grupos humanos inferiores y que debían desaparecer”, añadió el también profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
“Ellos tenían su propia lectura sobre el respeto de la vida humana. La propia población germana tiene que ser respetada: mujeres, niños, varones... Pero dentro de sus propios ideales. Inclusive se tenía algunos proyectos donde se proyecta una ‘buena educación’”, apuntó Mendieta, experto en pensamiento político.
Ya durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania de Hitler buscaría el “espacio vital” para desarrollar su proyecto racista, lo que llevó a invadir varios países del continente. Las tropas incurrirían en matanzas contra civiles e incluso niños en Polonia, Gracia, Bielorrusia, Estonia, Francia, Italia, Lituania, Serbia, Ucrania, entre otros.
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Hitler cometió suicidio en abril de 1945, por lo que nunca fue juzgado en un tribunal por sus delitos. Poco después, entre 1945 y 1946, se desarrollaron los juicios de Nuremberg, donde 24 mandos medios y altos del régimen nazi fueron condenados. La elección de esta ciudad fue una especie de reivindicación, pues diez años antes, en ese lugar Hitler había dispuesto las primeras leyes restrictivas contra la población judía.
Debido a las consecuencias trágicas del nazismo, su líder, Adolfo Hitler, no debería ser tomado como ejemplo en otros campos, indica el internacionalista Óscar Vidarte. “Más allá de que él haya podido hacer algo positivo en Alemania —que probablemente lo hizo—, uno no puede usar como referente a Hitler cuando él significó eso para el mundo”, refirió el especialista.
El también profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) considera que Torres emitió un “muy mal mensaje” a nivel internacional. “No podemos decir a nuestros hijos que Hitler mató a millones de personas, pero tuvo una buena política de carreteras”, explicó Vidarte.
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Por otra parte, el presidente de la PCM pudo haber tomado ejemplos más cercanos a la población huancaína, donde se llevó la sesión descentralizada del Consejo de Ministros. “Primero, hay que recordar lo que pasó en la época incaica: el Qhapaq Ñan, lo que empezó con los Wari, mencionar la minka, el ayni...”, enfatizó el profesor Mendieta.
Tras las declaraciones de Aníbal Torres, la embajada de Alemania en Perú recalcó que Hitler “fue un dictador fascista y genocida”, y cuyo liderazgo llevó a cometer genocidio. La representación de Israel, por su parte, señaló que “regímenes de muerte y terror no pueden ser una muestra de progreso”.
Para Óscar Vidarte, lo dicho por Torres mancha la imagen del Perú y “tiene un impacto en el exterior”. “Si hay preocupación por la ineptitud de un gobierno, las declaraciones del premier no hacen otra cosa que fortalecer esa idea de desconfianza frente a un Gobierno que nadie sabe hacia dónde se dirige”, consideró el internacionalista.
El catedrático de la PUCP incidió en que el momento internacional es especialmente álgido para las declaraciones del primer ministro. “El nazismo es una mancha oscura para Alemania muy difícil de superar. Sobre todo en estos tiempos de auge de la extrema derecha. Gran parte de la extrema derecha no ve con tanto disgusto a personajes como Hitler”, alertó.