¿Tienes un promedio de 8 horas diarias de sueño? Seguro que no. Con las altas demandas del mundo en el que vivimos, probablemente duermes poco o duermes tus horas, pero sigues cansado o logras dormir muy tarde pese a tener que despertar temprano. Si te identificas con algunos de estos hábitos, debes saber que tu salud podría estar en riesgo a corto y largo plazo.
Es comúnmente señalado que la cantidad de sueño y su calidad afectan diferentes aspectos de nuestra salud, ya que al descansar el cuerpo inicia determinados trabajos que no puede hacer durante el día. Pero, ¿sabes cuáles son y qué tan importantes? Debido a ello, en esta nota te presentamos todas las repercusiones que puede ocasionarte no dormir bien; tómalas en cuenta y procura una correcta calidad de sueño para poder rendir en el exigente mundo de hoy.
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Lo primero. La mayoría de los adultos requieren de 7 a 8 horas de sueño de buena calidad y de modo regular. Recuerda que la cantidad no es lo único importante, la calidad del mismo ayuda a que te sientas descansado cuando despiertes.
Sí. Adicional a las repercusiones biológicas, anímicas y hasta emocionales de no dormir bien, tu cuerpo programa un horario habitual de sueño según las horas de sol del lugar en que vives. Por eso, si trabajas de noche y duermes de día, puede que te resulte difícil dormir lo suficiente, pese a descansar la misma cantidad de horas que si durmieras de noche. Además, también puede ser difícil dormir si viajas a una zona horaria diferente.
Diversos factores afectan tanto la cantidad como la calidad del sueño, desde el estrés, malos hábitos, un horario de trabajo invertido, etc. Aquí te señalamos los principales:
Estrés, ansiedad, dolores musculares y poca concentración, son algunas de las consecuencias inevitables de dormir inadecuadamente. Foto: El Popular
Si te percatas que algunos de los elementos que te impiden dormir adecuadamente se encuentran en esta lista, deberás hacer cambios en tu estilo de vida diario.
Tener menos de 8 horas de sueño al día implica un mayor riesgo de padecer dolencias musculares y fuertes dolores de cabeza durante el día. El desvelo, junto con el tabaco y el sol, es de las principales causas de envejecimiento prematuro, según estudios como el de la Revista Colombiana de Psicología.
Disfrutar de menos de 8 horas de sueño puede incrementar los niveles de presión arterial sistólica, según investigaciones de centros de salud como la Clínica Mayo. Además, la revista Metabolism: Clinical and Experimental ha señalado que la falta de descanso tiene una repercusión importante en la habilidad para procesar la glucosa. Esto lleva a padecer altos niveles de azúcar en la sangre.
Otro aspecto vinculado con el mal sueño es que no dormir el tiempo adecuado disminuye los niveles de leptina (reductora del apetito). Las personas que no duermen de forma adecuada suelen ser menos activos desde el punto de vista físico. Esto deriva en un menor gasto energético y, por ende, mayor acumulación de calorías.
A nivel cerebral, tras no dormir bien o tener una mala noche, es difícil que la persona logre rendir desde el punto de vista cognitivo y concentrarse en sus actividades. Pero, además, a largo plazo el cerebro disminuye su capacidad para limpiar las proteínas formadoras de placas que, más tarde, dan lugar a la demencia o la enfermedad de Alzheimer.
Dormir lo suficiente puede traerte múltiples y diversos beneficios:
Por todos estos diversos factores que van repercutiendo en nuestra salud general, dormir menos de lo que el organismo necesita o tener una mala calidad del sueño tiene consecuencias negativas a nivel físico y emocional. Así que la próxima vez que pienses desvelarte sin motivo o que creas que dormir a cualquier hora o por una mayor cantidad de tiempo es la respuesta a días de dormir mal, piénsalo dos veces.
Dormir una cantidad regular de horas de modo habitual es la forma más acertada de asegurar un sistema más estable y saludable. Foto: El Popular.