México es uno de los países de la región latinoamericana donde se perciben movimientos telúricos de manera constante. Debido a su ubicación dentro del Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad tectónica alrededor del mundo, se puede conocer varios eventos sísmicos en su territorio.
El terremoto de Nueva España, también conocido como el sismo de San Sixto, ha sido el movimiento telúrico más fuerte de la historia de México. Ocurrió el 17 de marzo de 1787 y registró una magnitud de entre 8.4 a 8.6 grados.
Los especialistas en prevención sugieren preparar la mochila de emergencia con los siguientes objetos: artículos de higiene: toallas de mano y de baño; cepillo, pasta dental y jabón de tocador, botiquín de primeros auxilios: vendas, gasa, alcohol, pastillas, agua oxigenada, aseptil rojo, pastillas de tratamiento para algún integrante de la familia. También una radia, dinero en efectivo: de preferencia, monedas; y, abrigo, manta polar y calzado.
Entre las recomendaciones por los especialistas se sugiere que antes, durante y luego de un temblor. Si es un sismo de gran magnitud, se debe mantener la calma y acudir de modo rápido a los lugares seguros. Asimismo, alistar una mochila de emergencia con las provisiones básicas en una zona estratégica de la casa para recogerla de manera rápida y fácil.
Según el Servicio Sismológico Nacional: "Un Tsunami son olas de varios metros de altura producidas por un sismo cuyo hipocentro tiene lugar bajo el océano. Estos sismos hacen que el suelo marino se desplace en forma vertical, lo que genera un desplazamiento violento del volumen de agua que se encuentra por encima de éste.
Por el contrario, los temblores de baja magnitud y los que producen desplazamientos de tipo horizontal en el piso oceánico no generan tsunamis."
El sistema de alerta sísmica emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones sensoras localizadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona. La utilidad del SAS radica en el principio que la velocidad de propagación de las ondas de radio (por medio de las cuales se transmite la alerta) es mayor a la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.
Hasta las 08:00 horas del 22/octubre/2022 se han registrado 7,565 réplicas del sismo de M 7.7 ocurrido en Michoacán el 19/septiembre/2022, la más grande de M 6.9.
Al respecto, el Servicio Sismológico Nacional informa: "Hasta hoy, no existe una técnica que permita predecir los sismos. Ni los países como Estados Unidos y Japón, cuya tecnología es muy avanzada, han sido capaces de desarrollar una técnica predictiva de temblores. Dado que vivimos en un país con gran actividad sísmica, la única certeza que tenemos es que tiembla constantemente y que debemos estar preparados. Ante cualquier evento sísmico, lo único que nos puede ayudar es la prevención".
Según el Servicio Sismológico Nacional: "Tsunami son olas de varios metros de altura producidas por un sismo cuyo hipocentro tiene lugar bajo el océano. Estos sismos hacen que el suelo marino se desplace en forma vertical, lo que genera un desplazamiento violento del volumen de agua que se encuentra por encima de este".
"La magnitud de un temblor está relacionada con la energía liberada en forma de ondas sísmicas que se propagan a través del suelo. Para calcular esta energía y determinar la magnitud de un temblor se realizan cálculos matemáticos basados en los registros obtenidos por los sismógrafos de diferentes estaciones. En estos registros o sismogramas se mide la amplitud máxima de las ondas y la distancia a la que se encuentra la estación del epicentro. Estos valores son introducidos a una fórmula, obteniendo así la magnitud", según reporta el Servicio Sismológico Nacional.
México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las Penisísmicas y Asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno, según el Servicio Sismológico Nacional.
El último temblor registrado en México sucedió hoy 22 de octubre, a las 18.40 p. m. al sur de Coalcoman, Michoacán. El movimiento sísmico tuvo una magnitud de 4.1 y una profundidad de 16 km.
Último sismo en México. Foto: @SismologicoMX/ Twitter
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México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las penisísmicas y asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
Según el Servicio Sismológico Nacional, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) es “emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones sensores localizadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona”.