Antes de ser conocido como jirón Huatica, este espacio se denominaba calle XX de Setiembre, un nombre que resonaba en la comunidad italiana. La historia de esta vía se entrelaza con la unificación italiana, un evento que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de Italia y que, irónicamente, se asoció con la actividad de las casas de citas en Lima.
El jirón Huatica es el fiel reflejo de los cambios sociales y culturales que han marcado a Lima a lo largo de los años. La transformación de esta vía no solo revela un pasado oscuro, sino también la evolución de la percepción sobre la prostitución en la ciudad.
Durante el siglo XX, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, esta área ganó notoriedad debido a la prostitución, tanto de forma abierta como de manera clandestina. Foto: Cangrejo negro.
Entre 1928 y 1956, el jirón Huatica se consolidó como el centro de casas de citas, bajo la autorización de las autoridades municipales. Las trabajadoras sexuales esperaban a sus clientes desde las ventanas de sus cuartos, en un entorno donde la prostitución era tolerada, aunque regulada. En 1944, se implementó un reglamento que exigía que estas casas estuvieran a más de 100 metros de instituciones educativas y religiosas, lo que marcó un intento de controlar la actividad en la zona.
Con el paso del tiempo, la ubicación del jirón Huatica dejó de ser marginal y se integró a la ciudad. Esto generó descontento entre los residentes, quienes comenzaron a expresar su malestar por la presencia de la prostitución. La situación se complicó cuando la embajada de Italia protestó por el uso de la frase “XX de Setiembre”, vinculada a un evento histórico significativo para su nación, como referencia a un conjunto de prostíbulos. Este conflicto puso de manifiesto la tensión entre la historia y la realidad contemporánea de la zona, lo que incluyó el evidente malestar de la comunidad italiana en el Perú.
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El 20 de septiembre de 1870 marca un hito en la historia italiana, simbolizando la unificación del país. Este evento, conocido como el Risorgimento, es recordado en Italia, donde muchas ciudades han nombrado calles en honor a esta fecha. La embajada italiana consideró que el uso de “XX de septiembre” para referirse a un área de prostitución manchaba el significado histórico de la fecha, lo que llevó a un cambio de nombre en la vía.
A pesar de las preocupaciones sobre la delincuencia en la zona, el investigador Marco Aurelio Denegri argumentó que la percepción de inseguridad era exagerada. En su obra ‘Recuerdos Huatiqueros’, Denegri relató que, a pesar de haber recorrido el jirón en horas peligrosas, nunca experimentó incidentes delictivos significativos. Esto sugiere que la imagen de Huatica como un lugar peligroso podría haber sido más un mito que una realidad, lo que desafía las narrativas populares sobre la inseguridad en la zona.
El nombre Huatica, que hace referencia al brazo del río que corría detrás de la vía, fue finalmente reemplazado por el jirón Renovación. Este cambio no solo refleja la evolución de la zona, sino también un intento de borrar un pasado que, aunque significativo, estaba cargado de connotaciones negativas. La historia del jirón Huatica sirve como recordatorio de cómo los nombres y los lugares pueden estar intrínsecamente ligados a la cultura y la memoria colectiva de una sociedad, lo que marca un camino hacia la renovación y el cambio.