El agua es la bebida más importante en el mundo, debido a que su uso no solo se centra en el consumo mismo, sino que también se extiende hacia la cocina, el baño y la limpieza. Una de las formas en las que se obtiene es embotellada, aunque esta presentación trae algunas desventajas a largo plazo, como que los componentes químicos del plástico puedan terminar trasladándose al agua y perjudicando la salud.
Los envases, que pueden contener en su interior agua de pozo, manantial o purificada, son un producto fundamental para la hidratación. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Columbia encontró que un litro de agua contiene entre 110.000 y 370.000 partículas de plástico.
Precisamente, para buscar nuevas opciones a la forma de obtener del agua, un grupo de investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) ha desarrollado un invento que logra reciclar el agua a través del calor residual que emanan las empresas y que se puede encontrar en los hogares como un purificador. La innovación, al instalarse en las casas, será capaz de purificar las paredes y el resultado será agua limpia.
Kim Kristiansen, investigador doctoral del Departamento de Química de la NTU, que ha trabajado en este sistema en colaboración con el instituto de investigación TNU de Países Bajos, de donde surge el concepto inicial, indicó que la propuesta solucionaría dos problemas de una sola vez
"Si evaporamos esta agua impura a través de pequeños poros en una membrana hidrófuga, el agua condensada que emerge al otro lado es potable", señaló.
El investigador doctoral del Departamento de Química de la NTU, Kim Roger Kristiansen, en el laboratorio del edificio de Ciencias Naturales del campus Gløshaugen. Realizó experimentos y recopiló datos para su doctorado. Foto: Aleksander Båtnes/NTNU.
Las membranas hidrófugas son un material respirable que se suele usar en la construcción de viviendas como aislante en paredes y techos. Se utiliza porque ayuda a impermeabilizar las paredes, es capaz de impedir la entrada de aire y de agua a los muros de las viviendas, pero al mismo tiempo permite que la humedad salga.
De esa manera, el agua residual evaporada con el calor industrial atravesaría en forma de humedad la membrana, dejando atrás las impurezas adquiridas en su primer uso, para después enfriarse en la segunda fase y convertirse en agua líquida potable.
"La conclusión es que la tecnología tiene un gran potencial. Mediante la modificación de las membranas, podemos ayudar a abordar tanto los crecientes desafíos asociados con los requisitos de eficiencia energética como la falta de agua potable limpia", detalló Kristiansen.
Si bien de momento no se conoce el precio de la creación, debido a que aún se encuentra en proceso de investigación, los expertos consideran que podría empezar a aplicarse en la industria para ser menos contaminantes. Asimismo, los especialistas en medio ambiente sostienen que será el mejor reemplazo para el agua embotellada, argumentando que cuidará el ambiente y evitará la contaminación.
“Se está realizando mucho trabajo a nivel internacional, tanto en el ámbito académico como en la industria, para enfrentar estos desafíos y comercializar la tecnología”, afirmó Kristiansen.