Sobre todo en el mundo de las redes sociales y de los videojuegos, se ha puesto de moda el término "funar" para hacer referencia a una acusación que realiza una persona contra otra en redes sociales. A menudo, se leen comentarios y publicaciones en los que algunas personas señalan que fueron "funadas". Sin embargo, a pesar de que todos conocemos el significado de esta palabra del lenguaje moderno, su uso original es desconocido para muchos. En esta nota, despejaremos todas las dudas que tengas.
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De acuerdo con el Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española, en Argentina, el término "funar" significa 'acusar a una persona en redes sociales, generalmente por cuestiones como chistes sexistas, racistas y políticamente incorrectos'. Además, puede incluir acusaciones sobre delitos más graves y tiene como sinónimos "cancelar" y "escrachar".
La palabra "funar" tiene origen chileno y, según el Observatorio de palabras de la Real Academia Española (RAE), quiere decir 'organizar actos públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio'. Por lo tanto, en las redes sociales su significado más cercano es el de denuncia pública.
Probablemente el espacio en el que nació esta palabra fue el videojuego de Windows, Among Us. Este juego, que se popularizó en el 2020, durante el trance más agudo de la pandemia, consiste en eliminar a un impostor dentro de una nave de tripulantes, quienes debían votar por el sospechoso. Así, aunque no sea el impostor, el jugador que obtiene más votos como sospechoso es "funado", es decir, expulsado de la nave. De ese modo, la palabra se referenció como un meme de internet. Si funaban al verdadero impostor, la tripulación ganaba. En cambio, si funaban a un tripulante que no era el impostor, el verdadero tenía vida en el juego.
La palabra "funa" deriva del mapudungún y originalmente significaba 'pudrirse' o 'echarse a perder'. Antiguamente, en el país mapochino, se decía que algo se había funado cuando se había arruinado o no había resultado.
En los años 90, el uso de esta palabra cambió en el contexto de las propuestas públicas, en el hogar o en el centro de trabajo de alguien que reconocidamente haya cometido un delito grave en contra de los derechos humanos entre 1973 y 1989. La idea era hacer notorio un crimen para aplicar una sanción social. Este chilenismo ha llegado a popularizarse en el habla latinoamericana.