Comer y luego darse un relajante baño es una combinación atractiva para muchas personas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este hábito podría impactar negativamente en nuestra salud. A continuación, te explicamos por qué alimentarse y bañarse inmediatamente resultaría perjudicial.
Cuando comemos, nuestro sistema digestivo se activa para procesar los alimentos. Si nos sumergimos en un baño caliente justo después de hacerlo, el flujo de sangre se desvía hacia la piel para regular la temperatura corporal, lo que podría dificultar la digestión adecuada de la comida. Esto llevaría a molestias en el estómago, indigestión e incluso acidez estomacal.
Problemas digestivos. Foto: EFE
Al sumergirnos en agua caliente, los poros de nuestra piel se dilatan y se produce una mayor transpiración. Esto puede desencadenar una pérdida de nutrientes importantes a través del sudor.
Si hemos comido recientemente, es posible que nuestro cuerpo no tenga tiempo suficiente para absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos, lo que afectaría negativamente nuestra nutrición general.
Disminución de la absorción de nutrientes. Foto: EFE
El cambio brusco al pasar de una comida en temperatura ambiente a un baño caliente puede provocar una disminución repentina de la presión arterial, lo que se conoce como hipotensión.
Esto causaría mareos, debilidad y desmayos, especialmente en personas propensas a la baja presión arterial. Por lo tanto, es importante permitir un tiempo de descanso después de ingerir alimentos antes de sumergirse en un baño caliente.
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Ingerir una comida y ducharse inmediatamente puede generar una sensación de pesadez y malestar en el cuerpo. El proceso de digestión requiere energía y actividad del sistema digestivo, y sumergirse en el agua caliente originaría una sensación de somnolencia y fatiga, lo que dificulta una experiencia de baño relajante.
Malestar general. Foto: Revista LVR
Aunque la idea de comer y ducharse de inmediato parece atractiva, es importante considerar los posibles efectos negativos en nuestra salud. Para disfrutar de una digestión adecuada y una experiencia de baño relajante, se recomienda esperar al menos una hora después de ingerir alimentos antes de darse un baño caliente o en todo caso lo hagas, que sea con agua fría.
Esperar para tomar una ducha. Foto: TN
Y recuerda, escuchar a nuestro cuerpo y permitirle el tiempo adecuado para procesar los alimentos es fundamental para mantener un equilibrio saludable.