Cartagena. EFE
El nobel colombiano Gabriel García Márquez tuvo una hija fuera del matrimonio, llamada Indira, cuya existencia, desconocida hasta ahora, fue confirmada a EFE por familiares y amigos del escritor.
La hija secreta de Gabo con la periodista y escritora mexicana Susana Cato tiene aproximadamente 30 años de edad y fue “el más sagrado e íntimo secreto de García Márquez”, según el periodista Gustavo Tatis Guerra, quien reveló la noticia en el diario El Universal, de Cartagena de Indias.
Al respecto, Gabriel Eligio Torres García, sobrino del escritor, confirmó a EFE la existencia de su prima Indira Cato, de cuya existencia solo había rumores entre los más cercanos amigos del autor de Cien años de soledad.
“Ella es un poco tímida, de hecho ha sido un proceso bastante lento el acercamiento de ella al resto de la familia; pero sí claro, Indira, nosotros tenemos una comunicación con ella, muy buenas relaciones”, reveló Torres García, autor de La casa de los García Márquez.
La niña recibió el nombre de Indira, al parecer en homenaje a la ex primera ministra de la India Indira Gandhi, quien se había hecho amiga de García Márquez durante un viaje que él hizo a Nueva Delhi en 1983 para acompañar a Fidel Castro a una cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
Indira Cato lleva el apellido de su madre, pues fue Susana Cato quien “tomó la decisión de no tomar el apellido García Márquez”, señala Gabriel Eligio Torres García, y añade: “Todo bien, otra prima más”.
Según Tatis, los familiares y amigos del escritor mantuvieron durante años en secreto la existencia de Indira “por respeto a Mercedes Barcha y lealtad a Gabo”. “Indira es una muchacha normal y gracias a que la mamá nunca permitió que le pusieran el apellido del nobel ella pudo crecer tranquila, estudiar tranquila y hacer su vida tranquila”, agregó su primo.
Gerald Martin, autor de Una vida, la biografía de Gabriel García Márquez, también comentó brevemente el caso con EFE.
“Yo lo sospeché hace 30 años y me convencí casi definitivamente hace 10 años; es una regla de conducta mía no hablar públicamente de amantes y/o sus hijos sin antes conversar personalmente con las personas en cuestión”, afirmó.
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Por su parte, el escritor colombiano Dasso Saldívar, autor del libro García Márquez. El viaje a la semilla, dijo a EFE desde Madrid: “Creo que cualquier profundización en el tema conlleva el riesgo de tocar y herir fibras profundas en los protagonistas de esta hermosa y delicada historia de amor”.
Sobre la razón de haber mantenido en secreto, Torres García dijo: “Yo supongo, conociendo como conocí a Gabo, que fue una manera de no incomodar a Mercedes, pero también de complacer la decisión de Susana, la madre de Indira”.
“Susana es la que no quiso que le pusieran el apellido García Márquez a su hija porque Gabo estaba dispuesto a hacerlo”, dijo.
El sobrino de Gabo explicó que la relación de Indira Cato con los otros hijos del escritor, Gonzalo y Rodrigo García Barcha, “es muy buena, siempre ha sido buena”.
“Siempre la han apoyado y la han ayudado mucho, ellos están más allá de todo esto, nunca han dicho nada y saben que esta noticia iba a salir a la luz pública y se iba a conocer en cualquier momento”, explicó.
Indira Cato es cineasta. Foto: difusión
Según el sobrino del nobel, “Gonzalo y Rodrigo siempre supieron de la existencia de su hermana, desde los primeros momentos y obviamente han hecho valer y respetar los derechos de Indira”. “Ya hablé con Gonzalo y con Rodrigo y me dijeron que contara la verdad y que dijera lo que yo sé”, afirmó.
García Márquez manifestó públicamente en varias oportunidades que uno de sus sueños era tener una hija, por lo que Torres García aseguró que la relación entre ellos debió ser muy buena. “Él se habría vuelto loco con su hija; Gabo siempre fue muy apegado a los sentimientos más que todo hacia sus hijos”.
“Tengo entendido de que Gabo desde un principio siempre estuvo a cargo de Indira y siguió estándolo hasta donde aguantó y dejó instrucciones de que así se siguiera (haciendo), porque lo que decía Gabo eso era sagrado”, agregó su sobrino.
Susana Cato, madre de Indira, escribió con García Márquez los guiones de las películas El espejo de dos lunas (1990) y Con el amor no se juega (1991).
Quizás por esa herencia Indira está inmersa en el mundo del arte. “Sé que trabaja en cuestión de cine, ha hecho sus cortometrajes”, dijo Torres García, quien contó que unos años antes de la pandemia ella le pidió ayuda para presentar uno de sus cortos en el Festival de Cine de Cartagena de Indias (FICCI).