Cultural

Feliciano Padilla, visión del universo sur andino

Homenaje. Días atrás falleció el escritor que ancló su vida en Puno, ciudad desde la que irradió una obra reveladora para entender esa parte de nuestro país.

Las primeras publicaciones de Feliciano se dieron desde la década de los ochenta. Foto: difusión / Composición LR
Las primeras publicaciones de Feliciano se dieron desde la década de los ochenta. Foto: difusión / Composición LR

Por Christian Reynoso

La reciente muerte del escritor Feliciano Padilla Chalco (Lima, 1944–Puno, 2022) deja una gran tristeza en la literatura peruana. Su obra, desde la década del ochenta en que empezó a publicar, ha devenido en una narrativa que muestra el tejido social del mundo andino moderno en tensión con el mundo rural-tradicional, en escenarios como Puno, Abancay, Cusco, Arequipa y Lima. De esta manera, la obra de Padilla, que incluye especialmente volúmenes de cuentos, varios de ellos incluidos en importantes antologías peruanas, además de tres novelas, un poemario bilingüe y libros de crítica literaria, se constituye como un referente para acercarse a una parte de la literatura de nuestro país que se nutre del influjo arguediano y reflexiona sobre la identidad, la realidad social, la denuncia, la migración, el viaje, la violencia, estableciendo un imaginario literario polifónico.

La patria altiplánica

Pero todavía eran los años setenta y Feliciano Padilla había llegado a Puno para iniciar su vida profesional como profesor. Había nacido en Lima por azar, el 17 de agosto de 1944, y pronto se trasladó a Abancay donde pasó su niñez y adolescencia para luego dirigirse al Cusco a seguir estudios universitarios en la U. San Antonio Abad, en la que fue alumno de Luis Nieto Miranda. Finalmente, recaló en Puno. La ciudad lacustre lo sedujo y allí echó anclas, formó familia y la adoptó como su patria. Inicialmente se involucró con la dirigencia sindical y las posturas de izquierda; tras ese período, empezó a escribir cuentos que reunió en su primer libro La estepa calcinada (1984). Cuentos en los que pesa una mirada testimonial y política.

Padilla, junto con Jorge Flórez-Áybar (Puno, 1942), continuó la senda trazada por Luis Gallegos (Puno 1919-2020), y dieron en la década del ochenta un renovado impulso a la narrativa puneña, con el uso de técnicas modernas y una nueva mirada que dejó atrás el corpus indigenista que hasta entonces había caracterizado a la narrativa escrita en Puno, intentando asimismo abrir un camino distinto ante la tradición poética puneña que hacía sombra a cualquier expresión en prosa. Allí radica uno de los aportes de Padilla. Poco después empezó a ejercer la docencia en la U. Nacional del Altiplano. Allí consolidó su carrera como escritor.

Literatura de los Andes

Luego de sus libros iniciales entre los que se cuentan además del mencionado, Surcando el Titikaka (1988), Alay Arusa (1995), entre otros al alimón con Flórez-Áybar, se puede establecer la segunda etapa creativa de Padilla que lo consolida como un narrador maduro e importante en Puno y que le permite, además, salir de las fronteras locales. Libros de cuentos como Polifonía de la piedra (1998) y Calicanto (1999), Amarillito amarilleando (2002, que reúne los dos previos) y Pescador de luceros (2003), empoderan la obra de Padilla en el escenario de la literatura nacional y junto con otros escritores del sur peruano forma parte de los llamados “escritores andinos” o aquellos que escriben literatura andina.

Una tercera etapa en la obra de Padilla está definida por el salto a la novela: ¡Aquí están los Montesinos! (2006), Ezequiel, el profeta que encendió la pradera (2014) y la reciente El morral escarlata (2021). La primera, de guiños históricos, se ubica en Abancay y ha sido la más celebrada y reeditada; la segunda se inspira en el luchador social puneño Ezequiel Urviola; la tercera, atípica en su obra, narra entre escenarios europeos y peruanos una trama de amor, viajes y terrorismo islámico. Una última veta en Padilla está constituida por la crítica literaria. Destacan: Antología comentada de la literatura puneña (2005) y Estudio de la poesía puneña (2013). En la última década publicó nuevos libros de cuentos como La Bahía (2010), Diez cuentos de un verano inolvidable (2013), Cuentos de otoño (2018), que confirman su talento y una obra reveladora para entender un poco más el Perú.