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Cine y series

Perú: un cine sin sexo

Otrora regido por la premisa de que “el sexo vende”, el cine peruano de hoy se encuentra desexualizado. Las producciones comerciales ya no recurren a desnudos o situaciones íntimas para tener éxito y omiten esa narrativa para conseguir financiamiento. Uno de los grandes estereotipos del cine peruano ha llegado a su fin.


Pantaleón y las visitadoras (2000), éxito de taquilla bajo la añeja premisa de que“el sexo vende”. Foto: difusión

Por: Sandro Mairata

Hace solo unos meses, La erección de Toribio Bardelli, película peruana dirigida por Adrián Saba, era anunciada como la elegida para representarnos en los premios Óscar. Se inició entonces una campaña publicitaria que en muy poco tiempo se topó con un obstáculo infranqueable: la palabra erección en el título.

“Fue una pesadilla”, recuerda Mario Bacigalupo, gerente general de la distribuidora V&R Films –especializada en cine peruano–. Por un lado, estaban las restricciones municipales –sensibles a los reclamos de los vecinos–, estaban los posibles auspiciadores –quienes no se animaban a asociarse a un título de este tipo– y las mismas cadenas de cine, las cuales se ponían nerviosas de colocar el afiche del filme. El avisaje en vallas se volvió complejo. Bacigalupo y su equipo constataron así que en el Perú de fines de 2023 una palabra como erección causaba rubores y problemas en la sociedad.

¿Qué había pasado?

En años recientes se dio un marcado retroceso en el contenido de desnudos y escenas de sexo en el cine peruano. Otrora regido por máximas como “el sexo vende”, si miramos los títulos más taquilleros de nuestro cine comercial reciente y otros del cine de autor que nos trae premios, resulta que el sexo y los desnudos escasean hasta casi haber desaparecido. Estamos así muy lejos de los tiempos cuando los éxitos de taquilla eran No se lo digas a nadie (1998), Pantaleón y las visitadoras (2000), Django: la otra cara (2002), Mañana te cuento o Un día sin sexo (ambas de 2005), y un largo etcétera de producciones que incorporaban estos recursos como parte de su narrativa.

Esto en el mismo país en cuya capital, a inicios de los ochenta, se exhibía cine porno en las funciones de trasnoche (1 a 3 de la mañana) para luego dar pie a funciones continuadas en cines como Orrantia, Roma, Le París, Lido, Country o Colón. La sociedad que antes toleraba los enormes anuncios en la vía pública de Seka la erótica o La gobernante del placer hoy se resiente con referencias sexuales y con la explotación gráfica del cuerpo femenino.

La presencia recurrente del sexo y los desnudos en el cine peruano mainstream va quedando en el pasado. Foto: composiciónLR

Sexo sentido

“El público cambió”, explica Gustavo Sánchez, nuestro más trajinado productor de cine y quien con más de cincuenta títulos a cuestas estuvo detrás de varias cintas como Pantaleón, las tres de Django o No se lo digas a nadie. Al frente de La Soga Producciones, Sánchez produjo la exitosa Soltera, casada, viuda, divorciada (2023) que, como varias otras similares, no recurren a desnudos ni las situaciones picarescas de otros tiempos para captar audiencia. “En la vida, como en tantas otras cosas, las cosas evolucionan, cambian, se modifican”, dice Sánchez. “Antes, en la época de los noventas, las películas con escenas de sexo tenían una enorme aceptación en el público, y en ese tiempo se hicieron cosas buenas y cosas malas. Las escenas de sexo no son malas, dependen de cómo se utilicen, de cómo se hagan”.

La lista reciente es corta y salta de año en año: de algunos desnudos en Atacada: la teoría del dolor (2015), pasamos a algún sutil momento homosexual en la celebrada Retablo (2017), y luego se pueden señalar escenas de sexo sugerido en producciones recientes pero sin el atrevimiento ni el desenfado de antaño (los títulos como Autoerótica o el corto La vulvalaxia –ambos de 2021– son ejemplos casi exóticos).

Vanessa Saba hizo desnudos en cine: afirma no haberse sentido forzada a hacerlos. Foto: difusión

Hoy por hoy, tampoco la prensa de espectáculos hace pasar a las nuevas actrices por el bochorno de tener que contestar la oxidada pregunta de “¿harías un desnudo?” que casi era un rito de iniciación para las actrices peruanas. “Antes había que transitar por eso para ser actriz; te hacían sentir como que exhibir tu cuerpo garantizaba el avance en tu carrera actoral”, dice Ina Mayushin, docente y directora de cine, quien estrenará el largometraje Islandia este 9 de mayo. Mayushin hizo un semidesnudo teatral a los 21 años y recuerda que, pese a que el director siempre le pedía mostrar el busto, ella se las ingeniaba para no mostrar más de lo necesario. “Hemos avanzado mucho porque ahora en el cine se cuida más de la imagen femenina y tampoco se abusa del desnudo porque sí. Los guiones buscan otras cosas”.

Sucede que, además, a los guiones con sexo y desnudos hoy les resulta más difícil conseguir fondos, lapidando géneros como el thriller erótico: los fondos estatales no los respaldarán y no habrá marcas comerciales apoyando, “algo entendible porque cada marca es libre de cuidar con quién se asocia”, dice Sánchez. Una cinta reciente producida por él, La decisión de Amelia (también de 2023), incluye un desnudo de Mayella Lloclla junto a Gustavo Bueno, pero esta película llegó de la mano de Francisco Lombardi, un director trajinado que nos ha dado amplios títulos desde tiempos en que el desnudo y el sexo eran moneda común en nuestras producciones.

“El sexo se ha trasladado a las series”, explica el docente e investigador José Carlos Cabrejo. Ejemplos rápidos son Sex Education, Euphoria, Elite y siguen firmas. “Hemos pasado incluso a un Hollywood de héroes castos, esto se ve en las películas de Marvel”, dice Cabrejo. “Incluso James Bond, quien era un conquistador, hoy ya no tiene ese componente sexual”.

Ina Mayushin dirige Islandia, que estrena el 9 de mayo. Hizo un semidesnudo en teatro a los 21 años. Foto: difusión

Vanessa Saba, quien hizo un desnudo en Un día sin sexo, coincide con Cabrejo en indicar que la irrupción de Tondero y su sistema de alianzas comerciales para financiar películas –en su mayoría comedias– es un punto de partida para el momento actual de un cine peruano desexualizado. Pero para ella “está implícito en que en algún momento te puedes tener que desnudar. El cine es así, y hay veces que la historia que quieres contar lo necesita”.

Datos

  • Recientes. El corto de animación Vulvalaxia y Autoerótica, la historia de una adolescente que inicia su vida sexual, son títulos de 2021 que abordan el erotismo.
  • 2005. Fue el año en que se estrenaron dos películas nacionales con escenas de desnudos: Mañana te cuento y Un día sin sexo.