El Papa llegó al streaming con “Amén, Francisco responde”. Concretamente, el documental se estrenó por medio de Star Plus en Latinoamérica y ha ganado gran atención desde su lanzamiento debido a la particular dinámica que ofrecen sus escenas: el sumo pontífice comenta directamente aquellos temas que, por muchos años, parecen haber creado un muro de desconfianza y riña entre la iglesia y ciertas agrupaciones de la población. Así, el santo padre se anima a compartir su postura sobre el aborto, la comunidad LGBT y la pedofilia en la institución católica.
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Una compatriota de Francisco Bergoglio le comentó que ella está a favor del aborto legal, pero se siente conflictuada por la respuesta de la iglesia. Antes de que el Papa pudiera responder a las inquietudes de su interlocutora, ella le dio el característico pañuelo verde que representa su lucha por el derecho de las mujeres de decidir sobre su propio cuerpo.
Pero ¿qué dijo, entonces, Francisco? La respuesta fue la siguiente: “En ese aspecto, a los curas siempre les digo que, cuando se acerque una persona en esa situación —con un cargo de conciencia, porque es dura la huella que deja un aborto en la mujer— por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos”.
Concretamente, al Papa Francisco es consultado sobre si “ve un espacio en la iglesia para las personas trans, no binarias y el colectivo LGTB en general”. Ante ello, el sumo pontífice dijo lo siguiente: “Toda persona es hijo de Dios. Toda persona. Dios no rechaza a nadie. Dios es padre y yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia. Más aún, mi deber es recibir siempre".
En uno de los puntos más emotivos en la entrevista al Papa, un joven contó los abusos que sufrió cuando era menor de edad y estudiaba en un colegio del Opus Dei. Según el testimonio, se hizo la denuncia, pero esta no llegó a mayores, pues al victimario le redujeron la sentencia y, eventualmente, volvió a la escuela en donde dictaba clases.
Ante aquella revelación, el sumo pontífice respondió firmemente: “Estos casos de abusos contra menores no prescriben en la iglesia. Y si por los años prescriben, yo levanto la prescripción automáticamente”.
“Yo no quiero que esto prescriba nunca. Es un drama el abuso de menores, en todos lados, no solo en la iglesia, pero en ella es más escandaloso porque donde tienes que cuidar a la gente, la destruyes. Hay hombres y mujeres que destruyen”, agregó.