Jennifer Aniston y Adam Sandler se hicieron amigos mucho antes de la época en que la actriz saltara a la fama como Rachel Green en la icónica serie de televisión ‘Friends’ y que él apareciera en Saturday Night Live. Como ella misma contó en un programa de televisión, ambos se conocieron cuando tenían 20 años en el Jerry’s Deli en Ventura Boulevard en Los Ángeles y desde entonces han sido inseparables.
Los años pasaron y esa amistad no solo evolucionó en el aspecto personal, sino que se trasladó al entorno laboral, pues a la fecha se han convertido en una de las duplas actorales más populares de la comedia en Hollywood. Ahora los dos regresan juntos a la gran pantalla interpretando a la alocada pareja de detectives Audrey y Nick Spitz en la comedia Misterio a la vista (secuela de Misterio a bordo), que se estrena este viernes 31 a través de Netflix.
En esta oportunidad, los esposos (en la ficción) reaparecen con su propia agencia de detectives y después de cuatro años desde que resolvieron su primer caso de asesinato, deciden hacer un alto, darse unas vacaciones y aceptar la invitación de su amigo el maharajá a su boda en una isla privada cerca a París. Pero, sin proponérselo, se verán involucrados en un nuevo caso, cuando el novio es secuestrado durante los festejos previos al matrimonio. Es así que Audrey y Nick deberán descubrir quién está detrás del millonario rescate, convirtiendo a cada glamoroso invitado, incluyendo a los miembros de la familia y a la propia novia, en sospechosos.
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“¡El reto fue tener que ir a París! ¡Fue duro! ¡Uf, no lo podía soportar!”, dice, con sutil sarcasmo, una simpática Jennifer Aniston a La República a través del Zoom. Sentado a su lado, con su clásica camisa ancha, Adam Sandler la secunda: “París es un lugar con mucha moda, demasiada buena comida, muy increíble, muy histórico. Incluso manejar al trabajo era ¡oh Dios!”, cuenta. Aniston prosigue, en tono más serio: “En realidad no hubo algo tan difícil o fuerte, solamente como que todo iba mejor y mejor siempre”. “Tuvimos muy buenos momentos juntos, viviendo del buen trabajo y de la buena comida”, acota Sandler.
Jennifer Aniston y Adam Sandler dan vida a los esposos Audrey y Nick Spitz en Misterio a bordo. Foto: Netflix
Entonces, Jennifer se anima a contar una anécdota: “Adam comió mucho y de ahí caminó mucho. Caminó tanto, que salió con otra cadera” (risas). “Y como nos queda una película más juntos, podré tener la otra cadera también”, añade el actor.
Misterio a bordo se estrenó por primera vez en junio de 2019 por Netflix y su aceptación en la plataforma fue tal, que al poco tiempo se informó sobre el rodaje de la secuela. Ahora, ad portas del estreno de Misterio a la vista, la pareja de actores confirma que tendrán una tercera entrega y que de hecho pueden a atreverse a decir que cuentan con su propia franquicia.
“Hemos hecho dos películas y si hacemos una tercera se convierte en una franquicia. ¿Es una franquicia ahora?”, pregunta Sandler dirigiéndose a su compañera. “¡No lo sé!”, responde ella. “Bueno, ya vemos una franquicia”, concluye él. “Yo solo me aparecí para trabajar, pues me gusta trabajar”, prosigue con el diálogo Jennifer. “Sí, pues, a ella le gusta hacer las cosas, le gusta ser buena y hacer preguntas sobre ¿esta escena tiene sentido? Y le decimos: ‘en realidad no’ y ella nos replica: ‘¿podemos hacer que tenga sentido?’”.
Jennifer Aniston suelta una carcajada y se defiende: “Eso es lo que yo hago: ‘¡Eso no tiene sentido!’, y ellos me dicen: ‘no importa, es gracioso’ y yo: ‘No’”. Luego se pone nuevamente seria y revela: “Nos gustaría hacer una tercera, por supuesto, nos divertimos mucho juntos, ¿por qué no hacerlo? Nos gusta hacer reír a las personas y amamos lo que hacemos, así que es un gana a gana”.
Los cuatro minutos concedidos para la entrevista se terminan y antes del adiós hablan sobre comedia.
-La comedia es uno de los géneros más amados por la audiencia, pero también uno de los más difíciles de trabajar. ¿Es así para ustedes?
-Jennifer: Sí, es más difícil de lo que parece.
-Adam: Sí, hay que hacerlo bien y no siempre lo hacemos bien, a veces es tonta, a veces un desorden. Pero lo hacemos bien.
-Jennifer: Lo intentamos, en verdad lo intentamos