La adaptación de los libros de Helen Fielding terminó por crear dos grandes películas que giran en torno a la simpática Bridget Jones. La primera fue “El diario de Bridget Jones”, la cual se estrenó en el 2001, y la segunda fue “Bridget Jones: al borde de la razón”, que vio la luz tres años después, en el 2004. Sin embargo, poco o nada se sabe de lo que hay detrás de las producciones.
La actriz estadounidense Renée Zellweger fue la encargada de dar vida a la recordada soltera ilusionada con encontrar el amor a los 30. La protagonista de la historia es británica. Por ello, en Inglaterra hubo polémica cuando se supo que la artista sería la protagonista.
Respecto a su cambio corporal, la actriz tuvo que aumentar de peso. Para lograrlo, comió muchos dulces y dejó el ejercicio de lado. “Interpretar a Bridget no es un gran sacrificio. La transformación hace parte del premio. Es un privilegio”, comentó en la revista Gatopardo.
Por otro lado, el guion le exigía que deje su buena vibra y positivismo, puesto que el papel era grosero, chismoso y con pensamientos negativos.
De acuerdo con Hugh Grant, Renée fue “una de las pocas actrices con las que no me he peleado”. El actor comentó que luego de las filmaciones, seguían en contacto. Ambos se escribían por correo electrónico. Cuando conoció a la actriz, no tuvo nada que criticarle a su acento y, poco a poco, descubrió que era la adecuada para interpretar al personaje británico.
La respuesta es sí. Si bien muchos quedaron fascinados con el trabajo de la actriz, puesto que convertía escenas incómodas en graciosas, otros señalaron que solo se concentraba en buscar pareja.
Zellweger, por su parte, defendió a Bridget al señalar que el personaje logra florecer y que la mujer es capaz de encontrarse “a sí misma y por sí misma”.
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