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Cine y series

Anthony Hopkins: “Cuando era un actor joven, era muy intenso y ambicioso”

Actor repasa su carrera y recuerda cómo pasó de ser un mal alumno de escuela a ganar dos Óscar.

larepublica.pe
El laureado actor ha sido partícipe en películas como El Padre, Hannibal, Dragon Rojo, entre otras más. Foto: composición LR

Convertido en el actor con más edad en ganar un Óscar (obtuvo el segundo de su carrera con El padre en el 2021), Anthony Hopkins (85) se sumó a la serie ‘Those About To Die’ y como parte de su trabajo en la película Armageddon Time (2022), se reencontró con la prensa. Aquí un extracto de la entrevista del diario El País. “Yo fui lo que llamaban (un estudiante) de ‘desarrollo lento’. También fui un chico muy solitario. No tenía ningún amigo. Pero creo que eso fue por decisión propia. Pero sí tenía un lado creativo y a los 17 años decidí que estaba harto de que me llamaran estúpido. Me dije: ‘Voy a hacer algo. No sé cómo, pero voy a ser actor’. Mi abuelo me alentó desde pequeño: ‘No hagas caso a la gente. Haz lo que quieras’”.

Le hubiera gustado interpretar a ‘Hamlet’. “Pero ya estoy muy viejo”. Comentó que hoy trabaja duro, pero intenta “disfrutar” y no ser “infeliz” en la industria. “Cuando era un actor joven era muy intenso y ambicioso. Pero al envejecer te das cuenta de que no es para tanto”.

El actor opinó de las crisis mundiales y prefiere hablar de la esperanza. “Creo que hemos llegado a un punto en esta nueva crisis en que hay esperanza porque es lo único a lo que podemos aferrarnos. Sobrevivimos a la pandemia, el mundo superó la II Guerra Mundial, a Hitler… Los cínicos dirán que eso (la esperanza) no vale nada. Pero debemos tenerla. Si lo olvidamos, se acabó todo”.

Por estos días, el actor pasa tiempo en Estados Unidos y en el Reino Unido. “¡Voy donde me digan! (risas). Si me dejasen, me iría a Inglaterra. No resido en Hollywood y tengo pocos amigos dentro de la industria. Vivo mi vida de forma tranquila”.

Hopkins sostiene que, aunque parece inevitable que un actor no tenga problemas de ego, hoy considera que su trabajo no es tan importante. “El problema es cuando (tu ego) empieza a decirte que eres especial, que eres diferente.

El ego tiene dos personalidades. Una es la que te da ínfulas y te hace pensar que eres Dios y la otra es lo que te permite seguir adelante. Puede ser muy destructivo, lo ves en el cine y en la política. Pero una vez que alcanzas cierta edad y tus huesos comienzan a rechinar, el ego te dice: ‘Vamos a calmarnos. Nada es tan importante’. No puedo permitirme el lujo de tomarme en serio cuando hay gente capaz de hacer cosas que yo apenas puedo llegar a comprender”