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Cine y series

Triángulo de la tristeza, entre la sátira y la tragedia de clases

Nominada al óscar. La cinta dirigida por el sueco Ruben Östlund compite como mejor película, dirección y guion original.

larepublica.pe
Triángulo de la tristeza ha sido nominada a mejor película del año. Foto: difusión | Foto: difusión

La sátira sobre millonarios dirigida por el sueco Ruben Östlund fue considerada una de las mejores películas del 2022. Triángulo de la tristeza (Triangle of sadness) se inicia con una audición donde les explican a los modelos masculinos cómo sonreír, según las marcas. Luego un desfile de modas que tiene como frase “Todos somos iguales”, mientras las anfitrionas obligan a los que están en primera fila a ceder sus asientos a los invitados. La película ganadora del Festival de Cannes y que compite en los Óscar, nos lleva al, por lo menos, fallido paseo de una pareja de jóvenes modelos e influencers que gracias a su apariencia fueron invitados al lujoso espacio donde estarán los poderosos. A cargo está un capitán socialista (Woody Harrelson).

“Estaba pensando en uno más uno más uno: el mundo de la moda, el mundo del lujo, la isla desierta. Quería pasar tiempo en los tres. Y dije: ‘Bien, hablemos de la sociedad de clases en estos tres entornos’”, dijo el cineasta después de que estrenó la película en el Festival de Cannes.

Los tripulantes tienen como orden aceptar cualquier pedido de los pasajeros, y uno de los puntos de quiebre de la película que se estrena en Perú (el 23 de febrero), es la cena ofrecida por el capitán. El director propone escenas de intoxicación sin límites. Östlund pasó seis meses editando una secuencia y contó que para ofrecerle el personaje a Harrelson le adelantó las escenas. “Vas a interpretar a un capitán marxista y vas a leer desde El manifiesto comunista hasta hacer vomitar invitados en un yate de lujo”. Él estaba como ‘Wow. Esto es genial’”.

Rubén Östlund, director de la película sueca "Triangle of Sadness", obtuvo la Palma de Oro. Foto: Festival de Cannes

El director, novio de la fotógrafa de moda Sina Görcz, estuvo en el Festival de Göteborg de Suecia y expuso su intención de hablar de influencers, belleza, de tarjetas sobregiradas, la igualdad de género y trasladarlos a un lujoso yate que terminará en ruinas, con una historia de amor opuesta a Titanic. “Son influencers en manos de grandes empresas tecnológicas que están totalmente controladas por algoritmos, y es difícil saber qué es publicidad. Toda una generación está siendo criada por jóvenes de 14 años que venden productos de maquillaje. Es peligroso. Anteriormente, podíamos influir en lo que veían nuestros hijos. Hoy, los mayores influenciadores son los niños de 14 años con audiencias más grandes que la televisión infantil de servicio público”.

El título sugiere la frase atribuida por la industria de la estética para referirse al espacio en la frente donde se forman las arrugas. “Necesita bótox”, le dicen a un modelo en sus veintes. Triángulo de la tristeza resulta una sátira social en la que los pasajeros y tripulantes pierden la jerarquía por unos días. “Hay un lugar que todavía tiene una tradición donde la gente cura el contenido, el cine. Donde los humanos dicen: ‘Queremos ver esto’. Donde alguien pueda preguntarnos qué pensamos”.