Ana de Armas iría camino al Óscar por Blonde (Rubia), la cinta que recibió una ovación de 14 minutos en el Festival de Venecia. La actriz de origen cubano se conecta unos minutos por Zoom, sonríe al escuchar esa posibilidad y recuerda la primera vez que leyó el guion del cineasta Andrew Dominik, basado en la novela de Joyce Carol Oates. “Fue muy conmovedor y no podía procesar todo lo que estaba leyendo, fue como un shock y, a la misma vez... esta es una oportunidad que yo nunca pensé que vendría en mi camino, lo imposible se convirtió en algo posible y estaba muy emocionada, muy nerviosa, con miedo… y muy orgullosa”, nos responde.
—Has hecho el trabajo de diferenciar y a la vez unir a Marilyn y a Norma. Vemos al personaje y a ella buscando una carrera lejos de Hollywood. ¿Fue prisionera de la industria? ¿Lo ves así?
—Totalmente. Norma no entendía la visión de las personas sobre ella, se sentía como una prisionera, como una esclava de este personaje que se creó. Creo que al principio ella contribuyó en eso, en la creación de Marilyn, pero muy pronto se fue de su control. Y el estudio, la industria y la maquinaria de Hollywood tomaron control de eso y ella estaba totalmente atrapada en esa situación y en la demanda. Ella toda su vida lo que quería era ser tomada en serio, personajes que quería hacer y ni siquiera era considerada para eso, porque no pensaban que era una actriz buena. Marilyn era un poco su armadura y, a la vez, una prisión. Y lo que hizo fue convertir a Norma en totalmente invisible y ya no podía ser ella misma, la gente no estaba interesada en eso. Para mí ese fue el reto, la parte interesante, a pesar de que fue un trabajo muy específico cuando estaba haciendo de Marilyn, sus gestos, su legado, ella como actriz, todas las recreaciones que hicimos; también fue un trabajo muy libre cuando estaba haciendo Norma porque tenía tantas emociones para crear, que fue muy bonito, fue muy inmersivo, muy satisfactorio.
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—La escena de violación en el estudio de cine muestra la normalización de los abusos. ¿Crees que ahora, como son tiempos de #MeToo, sí se puede hacer este tipo de películas?
—Yo pienso que sí y, como Andrew ha dicho en otras ocasiones, esta película a todo el mundo le parecía una buena idea, pero nadie quería dar dinero para ella (sonríe). Y no fue hasta que pasó el #MeToo que entonces lo incorrecto o lo que estaba mal era no escuchar estas historias. Es imposible ignorar una historia como esta, de una mujer que fue maltratada y abusada de esta manera. Entonces, si no hubiese sido por el clima en el que estamos ahora, las mujeres hablando de los abusos y poniendo límites y punto final a este tipo de comportamientos, pienso que escenas como esta ahora tienen, definitivamente, otro impacto y la gente reacciona de otra manera.
—Marilyn es subestimada. Habla de Dostoievski y la gente sonríe como si no le creyese, pero ya era una estrella del cine. ¿Has sentido algún tipo de prejuicio o dirías que has sido subestimada en Hollywood?
—(Ríe) ¡Ahhh! Sí, sí, totalmente, por supuesto. Es algo que he experimentado yo misma –no solamente en Hollywood, por cierto–. He experimentado este tipo de prejuicios y ser subestimada en muchas ocasiones, pero qué bueno es probar que están equivocados. Es un poco como el incentivo, la inspiración y encuentras ahí la fuerza para ser mejor, para apostar y tomar riesgos, hacer cosas de este tipo.
Nominada al Globo de Oro por la película Knives Out (Entre navajas y secretos), De Armas tiene una ascendente carrera en Hollywood con películas como Blade Runner 2049, y la reciente cinta de James Bond, No Time To Die. Para lograr el acento de la protagonista de ‘Los caballeros las prefieren rubias’ tuvo nueve meses de “entrenamiento de dialecto” y sesiones de grabación de los diálogos. ‘Blonde’ fue un proceso de 12 años y el director se negó a hacer cambios y evitó la ‘censura’. El filme tiene una calificación comercial de NC-17 e inicia abordando la niñez de Norma Jeane. Impacta desde los primeros minutos narrando la ausencia paterna y la salud mental de su madre, algo que para la actriz de 34 años, marca la película.
“Yo pienso que Lili (Fisher) hizo un trabajo espectacular en toda la época de la niñez y Julianne Nicholson, también. Es tan importante empezar la película así porque explica tantas cosas sobre cómo esta niña ve la vida a través de ese lente, con un padre no existente y una madre enferma y abusiva. Una relación tan horrible. Obviamente, esa no es mi experiencia personal, yo tuve unos padres maravillosos, pero quizás, precisamente por eso, por haberlos tenido, imaginarme en no tenerlos o tener los padres en ese contexto, es algo que te rompe el corazón y es imposible no empatizar con ella y ponerte en ese lugar”, nos responde durante una jornada de mesas redondas organizadas por Netflix para hablar con la prensa de Latinoamérica sobre ‘Blonde’. Por cuestiones del azar o del cambio horario, De Armas se conectó minutos solo con este medio y, más allá de los premios -siguiendo lo dicho por Zendaya en los Emmy sobre ‘Euphoria’- nos dijo lo que espera de esta película.
“Hay esta idea de la fama y el éxito y, estas imágenes que tenemos tan grabadas en nuestras mentes sobre Marilyn, de tanta felicidad, de tanta abundancia… creo que hay esta idea de qué puede ir mal, qué puede estar pasando si lo tiene todo, todo está perfecto. Para mí lo importante de esta película es que la gente sea un poco más empática, que entiendan la vulnerabilidad y quiero que la conozcan, quiero que conozcan quien fue ella como mujer, quitando todas las capas de este personaje creado. Eso es lo que espero, que conecten con ella, con la humanidad del personaje”.