Los detractores de Leonidas Zegarra desearían poder seguir con la amnesia, pero no. El cine del director peruano es un territorio exótico y atractivo para aquellos cinéfilos renuentes de todo canon de belleza. Sus películas anti-aesthetic parecían haber salido de la misma fábrica del monstruo de Frankenstein.
Controvertido, descarado y chabacano son los calificativos que cualquiera podría adjudicarle a su trabajo. Sin embargo, en gustos también se rompen géneros. Ya sea por morbo u otra inexplicable razón, las cintas tenían público. Todo un manual de cómo no hacer una buena película o cómo vivir del cine sin necesidad de sonrojarse.
Zegarra nació en el caserío Soledad, distrito de Parcoy, provincia de Pataz, en la región La Libertad. Estudió Cine en la Universidad de Lima y demostró a Quentin Tarantino que, efectivamente, el talento no se adquiere en clases. Prueba de ello, son sus más de 30 producciones audiovisuales, entre largometrajes y cortometrajes.
Como parte de sus títulos más populares, se encuentran “Una chica buena de mala vida”, “Vedettes al desnudo” y “María y los niños pobres”, entre otros. Para estas, contó con la participación de personajes tan extravagantes como Susy Díaz, ‘Mero Loco’, Mario Poggi, ‘Tigresa del Oriente’ y la vedette Yesabella.
En plena pandemia, Leonidas Zegarra amenazó con lanzar más películas a la cartelera peruana. Una de ellas es “Ni una menos”, que abordará la violencia contra la mujer. Sin embargo, el creador no llegará a verla finalizada en la pantalla grande.
El director falleció el 29 de diciembre de 2020, en la casa albergue Madre de Calcuta, Puno. Pese a ello, el productor César Chávez anunció que dicha cinta seguirá adelante y que se convertirá en un homenaje para cineasta nacional.
Si creían que todo era mentira, tienen la oportunidad de conocer su obra en la casa museo edificada en su honor. El recinto está ubicado en la ciudad de Trujillo y no es el único homenaje con el que cortejaron al “cineasta chicha que la hizo linda”.